De Campo a Benasque
A finales del
siglo XIX, la comunicación de algunos valles de los Pirineos con
la tierra baja seguía siendo muy dificil y, en algunas épocas del año, resultaba casi
imposible. Las carreteras
se trazaban siguiendo los cursos de los ríos. El cauce del Esera permitió
llegar desde Graus hasta Campo con relativa facilidad, pero para continuar la denominada
carretera de “Barbastro a la Frontera” el terreno presentaba mucha dificultad.
De hecho, el camino trazado hasta entonces para llegar a Benasque no permitía
ni siquiera la circulación de carros, así es que todo, hombres y mercancías,
debía ser transportado gracias a las caballerías. Uno de los tramos que
parecían insalvables a la hora de determinar el trazado de la nueva carretera
era el denominado paso de “Ventamillo”.
Con fecha de 13
de noviembre de 1875 se publicó en el n° 317 de la Gaceta de Madrid, el
anuncio de la convocatoria de la subasta pública para la ejecución de las obras
de la carretera de tercer orden entre Graus y la frontera francesa. El Proyecto de construcción se presentó en
1878 y se comenzaron las obras, pero la compañía encargada de
llevarlas a cabo rescindió el contrato, faltando por construirse algunos tramos
que presentaban mayor dificultad. Con fecha de 26 de febrero del año 1897, las autoridades competentes del Ministerio
de Fomento dispusieron que se procediera al “Replanteo previo a la subasta” de
las obras de la carretera sección Campo a El Run, en el Paso del Congosto de
Ventamillo. La orden se trasladó al ingeniero de la Demarcación, pidiéndole que
elaborara el correspondiente presupuesto.
Queremos
precisar que el hecho de que se pidiera un “Replanteo” significaba que ya se
había presentado y aprobado un proyecto, pues replantear consiste en
plasmar en el terreno lo que ya se haya representado en los planos, es decir,
el proceso inverso a la toma de datos.
El ingeniero
responsable contestó que antes de proceder al “Replanteo” y de presentar el
presupuesto, quería aportar algunas explicaciones como complemento de las que
había expuesto en la Memoria del Proyecto aprobado. El 20 de marzo de 1897 se
trasladaron las observaciones del ingeniero a la Dirección General del Ministerio. Como explica al comienzo de su
Memoria, el mencionado ingeniero de la Demarcación:
« En 19 de
Junio recibí orden terminante de proceder con toda urgencia y, orillando las
dificultades que se presentasen al Replanteo mencionado y en su consecuencia y,
considerando como deber de la Jefatura encargarse directamente de un trabajo
que ofrecía toda suerte de dificultades y peligros, formulé el presupuesto de
gastos que juzgué indispensable y una vez aprobado, procedí a los trabajos de
campo que me ocuparon hasta fines de Julio, y luego a los de gabinete que
adjunto acompaño. Unos y otros requieren algunas explicaciones que con la mayor
claridad posible intentaremos exponer :
En la memoria
del proyecto aprobado se manifestaba que el contratista de la sección de Campo
a El Run, practicó antes de la rescisión de la contrata trabajos en las partes
siguientes: desde el origen hasta el perfil 304; desde el perfil 343 al 361 y
desde el 459 hasta el final. Quedaban pues dos trayectos en los cuales ninguna
obra se ha ejecutado y las que en ellas deben hacerse segregadas del primitivo
proyecto, constituyen lo que se ha replanteado.
El trazado,
que no debe olvidarse fue estudiado en el campo hace más de 36 años por el
eminente ingeniero Don Ermesindo Canals, y cuyos datos fueron interpretados por
el Ingeniero Don Joaquín Pano, que figura como autor del primer proyecto, lo
intentamos restablecer sobre el terreno buscando las estacas o señales que, si
existieron alguna vez, han desaparecido totalmente y tomando los rumbos y
longitudes de las alineaciones este procedimiento nos conducía a la fijación de
un eje que ni técnica ni económicamente podía constituir el de una carretera.
En vista de estos resultados nos creimos obligados a estudiar una nueva traza
que siguiendo en lo posible las inflexiones de la aprobada, enlazase a la vez
los trabajos ejecutados por el contratista ».
Se desprende de
la lectura de los párrafos anteriores que, así como el Replanteo para el primer
trazado que faltaba concluir no ofrecía dificultades especiales y se podía
llevar a cabo siguiendo el proyecto inicial, aunque con alguna modificación, no
ocurría lo mismo para el segundo tramo, al que el ingeniero calificaba así:
«El terreno
sobre el cual debe replantearse la segunda parte comprende primero una
extensión en la que ninguna dificultad se presenta y después otra que ofrece
trayectos que pueden clasificarse en: accesibles
con penalidad; idem. con
dificultad y peligros inaccesibles.
Claro está
que con esta clasificación muy relativa no quedan bien deslindados los límites,
pero intentando definirlos diré que considero accesible con penalidad
todo trayecto que creo fue recorrido por el Ingeniero Señor Canals y por el que
suscribe ; accesible con dificultad y peligro aquél en que según
supongo, solo ha podido tomar datos aproximados uno de los dos, y que llamo inaccesible
aquél en que imagino no ha penetrado ninguno de los dos.
Sólo por conjeturas
puedo suponer lo que fue recorrido y verdaderamente estudiado al tomarse los
primeros datos. Por mi parte, aseguro:
Que he
recorrido y estudiado sin dificultad de ningún género desde el origen hasta el
barranco de Avi, perfil 60.
Que con
penalidades por lo accidentado del terreno en algunos sitios y por la espesa
vegetación en otro, he podido tomar datos muy aproximados desde el barranco de
Avi al perfil 87; del perfil 111 al 127; del 137 al 169 y del 170 hasta el
final.
Que venciendo
grandes dificultades y corriendo verdaderos peligros he tomado datos que pueden
considerarse exactos para el plano y perfil pero croquizados en parte para los
perfiles transversales desde el perfil 87 al 111 y desde el 127 al 136.
Y que no he
recorrido por absoluta ni posibilidad material dados los medios con que contaba,
desde el perfil 136 al 137 y del perfil 169 al 170, por más que entre los dos
primeros he tomado algunos datos que me permiten fijar con bastante
aproximación los del trazado cuyas referencias han quedado señaladas sobre el
terreno… ».
Sigue la
descripción técnica del terreno que hace el ingeniero, en la que intercaló
párrafos como el siguiente, en el que se muestra su disconformidad con el
proyecto aprobado anteriormente y se resaltan reiteradamente las dificultades del terreno:
«El perfil
longitudinal de este trayecto difiere muchísimo del aprobado, que en verdad da
una idea muy errónea de los accidentes del terreno y, todavía diferiría más si
se hubiese representado con las ordenadas en los puntos nivelados».
Desde el
perfil 136 al 137 no pude seguir el curso del río: en el país se cuenta que
una vez lo intentaron unos navateros y desaparecieron tres. Por rodeo y tomando
referencias intenté una mediación aproximada… ».
« Desde el
perfil 169 al 170 no he podido penetrar: en la parte contigua el 169 tengo
algunos motivos para suponer que si en los primeros estudios llegaron a este
perfil, no avanzaron más por la ladera, pero por el extremo opuesto no negaré
que en el estiage del río quizás pueda recorrerse lo que dada la altura que
tenían las aguas no he podido. En cuanto a penetrar en algún punto intermedio
bajando por los barrancos que ofrecen dificultades casi insuperables, si lo
hicieron lo dudo, pero yo en la seguridad de obtener muy pocos resultados no lo
he intentado, accediendo a la resistencia que oponían los peones más
conocedores del país ».
Aunque no nos
detendremos en cuestiones técnicas, señalaremos, no obstante, que el ingeniero
consideró innecesario formular un nuevo presupuesto, pues estimaba que como
quedaban tantas dudas por despejar no se podía precisar nada y hubiera podido
resultar una cifra tan inexacta como la que ya había sido aprobada. Termina su informe así:
«Hemos
procurado la mayor claridad en las anteriores explicaciones. De ellas y de las
representaciones gráficas que acompañamos, pueden deducirse las dificultades que
las obras presentarán, pero tenemos el convencimiento de que el interés de
ellas es capital y de que sean cuales sean las dificultades deben abordarse,
emprendiendo unos trabajos que han de dar por resultado obtener la comunicación
de 17 pueblos de dos valles, que cuentan grandes elementos de riquezas, que
actualmente se encuentran en absoluto aislados durante gran parte del año y que
cuando se comunican con el resto de la Nación deben hacerlo con medios que
repugnan a la actual civilización. Con mejor criterio e ilustración resolverá
la Superioridad ».
En cualquier
caso, las obras se emprendieron finalmente. El presupuesto que presentó el
ingeniero de la Demarcación para el tramo de Campo a El Run fue de poco más de
un millón de pesetas.
Cabe añadir que
para llevar adelante los trabajos necesarios y, puesto que no había camino por
donde pudieran pasar los carros para transportar la sillería y el material que
se necesitaba, se empezó la construcción de dicho tramo de carretera
simultáneamente desde los dos puntos extremos: Campo y El Run, avanzando hacia
el punto medio del trazado. Según las previsiones se estimaba que se
necesitarían tres años para completar las obras...
La carretera
hasta Benasque no estuvo terminada hasta 1918. Por lo tanto, Campo vivió unos
años de auge durante todo el periodo en el que fue cabeza de puente, para
la construcción de la nueva carretera. Además de aumentar el número de
habitantes se crearon los servicios necesarios para acoger a los trabajadores
que estaban de paso y proliferaron en el término municipal de nuestro pueblo
mesones, comercios, carreteros, etc.
Un vez acabada
la fase de la construcción, que dependía de la logística de Campo, y cuando
llegaron a su fin tanto los contratos de la mano de obra que trabajaba en ella
directamente, como los empleos y negocios que se habían creado en torno suyo,
empezó el éxodo migratorio en busca de nuevos empleos en otros lugares. Una
muestra de esta emigración se refleja en este dato: entre los años 1900 y 1935,
cincuenta y siete hombres nacidos en Campo se nacionalizaron franceses.
(Fotos gentileza de: 1 y 2, postales del Congosto del Ventamillo y carretera Seira de E. y J. A. López; 3: Vista de Barbaruens y Seira, de Marí Carmen Carrera; 4: Carretera de Seira de Cristina Pauli; 5: el Cotiella, de Angel Huguet; 6: Iglesia de Sta. María la Mayor, Benasque).
No hay comentarios:
Publicar un comentario