"El Diario de Huesca". 29 de Octubre de 1924. Desde Lascellas: Una excursión escolar.
Gustamos de conocer la pedagogía viva; para ello abandonando la rigidez del texto y nuestro pobre local de clase, triste, sin luz, sin aire, si sol, que roba la salud; con el entusiasmo que es de suponer entre los niños, damos principio dentro del curso escolar y los jueves por la tarde, a visitar las industrias que dentro de la localidad hay, como talleres, fábricas y para las necesidades de la localidad, ya que a los niños no es suficiente sólo la explicación, es preciso que se den fielmente cuenta de las cosas que les rodean, enseñándoles si están a su alcance. Así, se llegan a formar idea de ellas mejor que con las largas explicaciones en los estrechos límites de la escuela.
Empezamos con la visita a los talleres de construcción de relojes de torre, de don Francisco Coll y sobrinos. Después de los saludos y explicaciones propias del caso, don Francisco Coll todo un hombre por su inteligencia y carácter, nos dice que tiene gran satisfacción en que le hagamos esta visita, para poder demostrar a los niños, hombres de mañana, las enseñanzas provechosas que de ella han de sacar.
A indicación del señor Coll, los niños fueron pasando por una vasta sala al primer taller, donde el señor Coll fue explicando a los niños la conveniencia de que forma parte de la educación el conocimiento de los oficios manuales y, sobre todo, el conocimiento de los oficios mecánicos, sobre todo herreros, porque la industria del hierro es la piedra angular de la civilización moderna.
No quiso el señor Coll que los niños pasaran más adelante en sus talleres, sin que conocieran primero lo que es una fragua y los elementos de que ésta está formada, como la chimenéa y el montón de mineral y de carbón. El carbón generalmente empleado es el vegetal, para fundir con esta clase de fraguas modernas, y el hierro sale ya en disposición de ser forjado en el martinete.
Ya comprenderéis queridos niños, les dice el señor Coll, que para esta industria no iba a montar aquí altos hornos, pues las fundiciones son siempre según los pedidos que tiene la casa pendientes, pues el mineral como por su calidad es inmejorable y es comprado en cantidades pequeñas, sobre todo el bronce, y se reduce al estado metálico por el sistema de la forja. El carbón vegetal que es como ya llegó, sabréis es el que produce la mejor calidad de hierro y luego con el hacemos la mar de objetos importantes para la industria, como ya conoceréis poco a poco en los otros talleres.
Desde este taller pasaron los niños a otra dependencia, donde vieron fundir algunas piezas, sobre todo en bronce, fijando mucho su interés al "escudillar" el mineral en los moldes ya preparados por el señor Coll, con tiempo suficiente para ello.
Después, pasaron a otro taller donde los niños no perdían el menos detalle, sobre todo en las poleas, motores, palancas, taladros, tornos, innumerables objetos difíciles de clasificar y definir, pero sí todo material moderno. Los niños no perdían el menor de los detalles que recogían pasando a los cuadernos luego después, para desarrollarlos en la escuela.
Las horas pasaban a los niños rápidas viendo funcionar aquellas máquinas, que poco a poco convertían el hierro en bruto en el objeto que cada operario quería y, en este último taller, vimos trabajar a los simpáticos sobrinos del señor Coll, tres inteligentes muchachos, José, Gregorio y Joaquín, en los últimos retoques de un precioso reloj, cuya máquina era para el pueblo de Aragüés del Puerto (Jaca).
Podemos estar orgullosos de poder contar con una industria montada como no hay por esta región: dicha industria la implantó su padre y el primer reloj que la casa hizo fue para el pueblo de Bandaliés en el año 85, siendo colocado en la torre el 24 de Agosto del año 86, siendo alcalde por aquella fecha don Antonio Vallés y por el valor de 3.000 reales. Sus trabajos han sido premiados en distintas exposiciones como en la de Zaragoza y Huesca, con diplomas y medalla de or0 en la primera.
Y para terminar, diré los nombres de los pueblos cuyos relojes han sido construídos en estos talleres: Zaragoza (San Pablo), Huesca (Santo Domingo), Barbastro (Catedral), Bespén, Santa Cruz (Jaca), Berdún, Torres de Montes, Argabuesi, Ansó, Angüés, Albero Alto, Cagigar, Saravillo, Estada, Lastanosa, El Tormillo, Siétamo, Pomar, Alcolea de Cinca, Esquedas, Sena, Torres de Alcanadre, Binaced, Pueyo de Santa Cruz, Adahuesca, Arguís, Buerda, Salas Altas, Zaidín, Laluenga, Torla, La Almunia de San Juan, Abiego, Ponzano, Almuniente, Piedratajada, Perdiguera (Zaragoza), Plasencia del Monte (Zaragoza), Aljafarín, Fuente de Salón, Torres de Barbués, Campo, Nuez de Ebro, Tolva, Sin, Bielsa, Panzán, Saravillo, Boltaña, Valpalma (Zaragoza), Torres del Obispo, Polañino y éste en construcción de Aragüés del Puerto, y otro pedido tan pronto terminen éste, que es para el pueblo de Chimillas, que hace tiempo lo piden con gran interés.
Muy agradecido en nombre de todos los niños que han asistido a esta excursión escolar, durante la visita a dichos talleres del señor Coll y sobrinos lo hacemos muy extensivo a dicha familia, desde estas columnas del simpático "El Diario de Huesca", quedando para la próxima excursión escolar a la Central de don José María Guiral. Terminamos por hoy nuestra labor de pobre cronista, hasta la próxima excursión. El corresponsal".
(Fuente: Hemeroteca "Diario del Altoaragón", "El Diario de Huesca". Fotos gentileza de: "El reloj", de Angel Huguet Ascaso; "Iglesia" de Hnos. López; "La iglesia de noche" de Cristina Pauli).
No hay comentarios:
Publicar un comentario