"Querido Jean, dentro de unos días, si todo va bien,
visitarás Campo por primera vez en tu vida. Para eso tendrás que recorrer
muchos kilómetros, primero con un avión, luego con un burrum-burrum, digo, coche, hasta que llegues aquí. Como aún eres
pequeñín no se te pueden hacer muchos discursos, porque no los entenderías,
pero, como con tus 19 meses cumplidos algo diferente percibirás alrededor tuyo,
voy a explicarte alguna cosa que creo que es
importante que sepas:
verás que: todos los niños que encuentres ahora paseándose en un
cochecito o pedaleando en un triciclo (es decir, los que son más o menos de tu
edad), dentro de unos pocos años van a ser tus amigos, seguro. No importa si
algunos de ellos viven todo el año en Campo o si estáis en otros en lugares más
o menos lejanos, todos formaréis parte de la misma “pandilleta” y jugaréis
juntos en el campo de fútbol, haréis carreras de bicicletas, celebraréis santos
y cumpleaños y compartiréis buenos momentos (y hasta alguno malo, pero de eso
ahora no queremos hablar) y vuestro punto de encuentro siempre será Campo. Mira
que suerte tienes: por venir a Campo vas a tener muchos amigos que te
acompañarán a lo largo de la vida.
- verás que: casi todas las personas mayores que encuentres por la
calle se pararán delante de ti y te preguntarán alguna cosa. No te inquietes
pensando qué es lo que les tienes que contestar, porque nadie espera que digas
nada, ya se darán cuenta enseguida de que eres pequeñito y que estás
aprendiendo a hablar. El objetivo del interrogatorio es, simplemente, hacerte
saber que te han visto y darte una muestra de simpatía. Así, cuando te aborden
con "¿de quí é este zagalón tan guapo?
o ¿te gusta este pueblo?", tú puedes
permanecer callado tan ricamente, que nadie se ofenderá, eso sí, procura
hacerles una sonrisita, que será tu manera de contestarles, “yo también os he
visto, gracias por el saludo”.- verás que: no hay que hacer mucho caso de las palabras, porque no
se es muy preciso con el lenguaje… Por ejemplo: conocerás a la “tía Dorita”,
que en realidad no es que sea la hermana de tu madre ni de tu padre, sino la de
tu bisabuela materna, pero ¿qué más da? Todo queda en familia. Otro ejemplo,
cuando oigas que alguien dice “que fresquet más bueno”, ya puedes acurrucarte
en tu sillita y que tu madre te vaya echando ropa encima, porque verás que está
haciendo un frío que pela.
- verás que: aunque normalmente los juegos son para los niños y las
niñas, en Campo por las calles hay muchas señoras (que ya son mamás y abuelas)
jugando a un juego parecido a los bolos. Esto es algo excepcional, que sólo se
hace en algún otro pueblo además del nuestro, y nos llena de orgullo. Es una
manera para las mujeres de hacer deporte y divertirse. Pero, acuérdate, no
trates de coger la “pelota” de madera (¡te gustan tanto las pelotas!) porque
pesa mucho y, sobre todo, si alguna vez ves que ese bolo viene rodando a toda
velocidad hacia ti ¡súbete enseguida a los brazos de cualquiera!… - y, que sepas, aunque veas un
ambiente muy festivo por el pueblo y encuentres que hay muchos bebés y
“bebitas” muy simpáticos, que tú todavía no tienes edad para ir de bodegón, tendrás
que esperar a otras Fiestas. Te quiere (tu yaya).
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