martes, 20 de diciembre de 2016

domingo, 18 de diciembre de 2016

Cosas de Navidad


Recuerdos 




Cuando llegan estas fechas  de Navidad, sabido es que las personas que sufren algún problema, lo acusan más. Uno se siente más solo, más desgraciado, más desesperanzado ante su propia realidad, cuando la compara con la alegría y felicidad que cree ver en los demás. No es envidia de que ellos disfruten, simplemente es tristeza por no poder hacerlo también.
Uno
Ya hace muchos años murió mi padre un 18 de diciembre en Campo y lo enterramos el 19. Hasta entonces, todos los años, nos hacía llegar a Barcelona el abeto que él mismo había elegido en el monte. No solían ser tan bonitos como los que vendían en las tiendas, pero para mi eran un tesoro, cuando pensaba en el tiempo que había dedicado al asunto y el cariño que había puesto en ello. Pero, aquél año, ya no tuvimos su árbol de Navidad.
Al regresar a Barcelona, el 20 de diciembre, lo primero que hice fue ir a comprar un arbolito. Mis hijos eran pequeños y disfrutaron igual que siempre. Ellos tenían la misma ilusión, pero a mi solo me quedaban los recuerdos y las tarjetas de visita con las que mi padre acompañaba cada árbol que nos enviaba, repletas de palabras tiernas, casi siempre las mismas o del mismo estilo: "Queridos hijos y nietos: he ido al monte esta mañana pensando en vosotros, y os he elegido este abeto que creo que era el más bonito, espero que os guste. Os abraza."  
La moraleja de esta historia sería que, el mejor regalo que podemos ofrecer no es el que compramos, sino lo que entregamos a los demás de nosotros mismos: nuestra atención, nuestro mimo, nuestro tiempo, las ganas que ponemos en hacerlos felices... esas cosas son las que perduran.  
Campo. Javier Fuster Reyes
Y dos
Otro recuerdo de estas fechas, también tiene que ver con mi padre y la Navidad, aunque hubiera podido pasar en cualquier otra fecha, pues la verdadera protagonista de la historia es la amistad, y la solidaridad también.
Era el 23 de diciembre, el día que mi madre celebraba su santo, Santa Victoria. Como en casa existía la buena costumbre de celebrarlo todo, celebraciones que casi siempre se reducían a una comida especial con algún postre y un poco más de buen humor, mamá decidió que, ese día, haríamos cena especial, porque mi padre tenía trabajo en Monzón y no estaría para la hora de la comida. 
Campo, nevada 2005. Javier Fuster
Hacía frío aquél año en Campo, estaba todo nevado y los coches tenían problemas para circular, pero mi padre dijo que tenía que salir de viaje a la fuerza pues tenía que resolver algunas cosas, y que procuraría volver pronto, a las 4 ó a las 5 pensaba estar de regreso. En la época de la que os hablo no había teléfonos móviles, y pocos fijos.
Cuando el reloj de la iglesia dió las seis de la tarde, mi madre ya no pudo disimular más su nerviosismo y empezó a decir.
"Es muy raro, muy raro, que no esté ya aquí. Ha dicho que a las 5 estaría de vuelta.
Intentábamos calmarla, pero no servía de nada, y el tiempo pasaba lento y rápido a la vez, y ya estábamos todos contagiados por el temor. Llamamos a Monzón y nos dijeron que había emprendido el camino de vuelta casa después de comer, antes de las 3 de la tarde, porque él mismo había dicho que la carretera de Graus a Campo estaba muy mal por la nieve. Nos quedamos de piedra, ya no sabíamos qué pensar.  A casa llegaban amigos y vecinos a ver qué podían hacer. Se organizó una especie de "gabinete de crisis" y allí cada uno iba lanzando una hipótesis. Ya eran casi las 8 cuando alguien tuvo una buena idea.
- Si ha pasado por Graus, seguro que Jesús lo sabe. Daniel no pasa nunca por allí delante sin decirle algo.
Llamaron a aquél amigo y les dijo que no, que lo había saludado por la mañana, pero que no lo había visto regresar y eso quería decir que, si había salido de Monzón a las 3, se había quedado en el camino. Los hombres que estaban en casa dijeron que salían inmediatamente a buscarlo, para ver si lo encontraban por la carretera de Barbastro a Graus, pero Jesús les dijo que estuvieran tranquilos, que él, con su hijo y otras personas con las que contaba, llegarían antes a esa zona. De todos modos, un grupo de los que estaban en casa emprendieron camino a Graus, porque si daban con él, podrían traerlo a casa.

Al cabo de un par de horas, llamaron los amigos de Graus para decir que lo habían encontrado. El coche de mi padre se había salido de la carretera y se había caído por un barranco. Allí no había nieve, sino mucha niebla. Fue una suerte que lo divisaran, porque probablemente, si hubiera permanecido toda la noche a la intemperie y malherido no hubiera sobrevivido. 
Poco más tarde de una hora, llamaron al timbre de la puerta, que siempre estaba abierta. Extrañada bajé a ver quien era y me encontré a mi padre de pie, todo ensangrentado, pues como después supe, llevaba varios dientes rotos. Se me abrazó llorando, no podía hablar. Me dijeron los amigos que le acompañaban que la gran preocupación de mi padre era que mamá le viera en aquél estado, no quería que se asustara. También contaron que habían querido llevarlo al médico, pero él solo pedía que lo llevaran a casa.
Aquellas Navidades fueron especialmente emotivas. Eso sí, mi padre solo se pudo alimentar de caldo, que bebía en un porrón pequeño. Pero estábamos juntos y todos éramos conscientes de que aquello era casi un milagro. Un milagro que había hecho posible la amistad.





sábado, 10 de diciembre de 2016

Campo y alrededores



En diciembre




Fotos gentileza de Angel Huguet

domingo, 4 de diciembre de 2016

Rosalía Morancho


 Una mujer de Campo

La Dueña del Centro Aragonés de Barcelona 



En el Centro Aragonés de Barcelona, se celebra cada año la fiesta de Santa Águeda. Según marca la tradición, se elige a  una Dueña, cuyo cargo conlleva, a la par de un reconocimiento a su persona, la responsabilidad de organizar los actos correspondientes a la festividad: misa y comida, fundamentalmente. Aunque también le corresponde a la Dueña otro encargo importante, proponer y presentar a la encargada de sucederla en el cargo.
Se elige la Dueña entre mujeres vinculadas al Centro, ya sea por su participación en las actividades que se programan, o su aportación a la comunidad aragonesa en la ciudad condal. 
Este año 2016 ha desempeñado el cargo la prestigiosa jotera Amparo Padilla Pacheco, y ella ha presentado para sucederle a nuestra paisana Rosalía Morancho. 
El próximo año 1917, cuando ya ejercerá de Dueña nuestra amiga Rosalía, el día de Santa Agueda caerá en domingo, el 5 de febrero. Como es habitual, se celebrará una misa en la iglesia de los Mercedarios, Parroquia de San Pedro Nolasco, a las 12 del mediodía. Esta iglesia os recordamos que está al lado del Centro Aragonés, en la Plaza Castilla, nº 6.
Posteriormente, tendrá lugar la comida de confraternidad en el Salón de Actos del Centro.
Sería estupendo que, ya que una paisana nuestra es homenajeada por una institución de tanto raigambre, pudiéramos acudir muchos de nosotros a darle nuestro soporte, además, Campo será también, en cierta medida, protagonista de la fiesta.
Actuación de Rosalía en el Centro Aragonés
Rosalía lleva casi cincuenta años viviendo en Barcelona y desde el principio de su estancia en la capital condal, ha acudido al Centro regularmente,  participando activamente en la Rondalla, donde es muy apreciada. 

jueves, 1 de diciembre de 2016

Final de la historia





Como algunos amables seguidores han perdido el link para llegar a COSAS DE LA IMAGINACIÓN, os lo damos para que podáis conocer el final de la historia.


domingo, 27 de noviembre de 2016

Preparando el invierno


LEÑA PARA LAS COCINAS DOMÉSTICAS Y PARA EL HORNO DE PAN

Transcribimos a continuación un texto de Antonio Ballarín Castel sobre este tema.


Campo. Monte Naspú. Manolo Garanto

"Los montes de Campo fueron siempre una gran reserva de leña para el fuego de la cocinas y hornos de pan.
Del "Caixigá" se traían en cargas de burros las ramas y troncos de caixigo sueltas, puesto que en aquel entonces no se podían cortar caixigos.
De Naspú, por el camino del mismo nombre, se bajaba buena leña de carrasca que desprendía abundante calor.
Del monte llamado "Romeral" encima del Gradiello, se bajaban buenas cargas de romeros. 

En todos estos casos, la leña era transportada como hemos dicho a cargas de burros, normalmente. Se descargaba y se apilaba en la entrada de las casas, algunos la llevaban a la era que tenían cerca de casa o en corrales próximos a la vivienda.
Los que consumían mucha leña y disponían de medios, con machos y carros adecuados iban a la Garona, talaban "Faus" y Hayas y en carretadas bajaban los troncos al pueblo, que luego aserraban y partían por la mitad.
Las aliagas para la matanza del cerdo eran traídas de las Cuastas, muy buenas y quemaban muy bien. También de "Coz" se traían algunas cargas."
Campo. Naspú- Manolo Garanto
Los que tenían hornos de pan, unos tres en el pueblo, iban con carros a la Garona y bajaban carretadas de "buixos", que iban muy bien para calentar el horno.
También bajaban a vender cargas de leña del pueblo de Viu, vendían la leña y con el dinero compraban lo que necesitaban.
Otra fuente de leña eran las "lleras" del río y Rialgo, después de una gran crecida que arrastraba troncos y madera, al decrecer, la leña quedaba sembrada por la superficie de las piedras, entonces, la gente iba y llenaban sacos de leña muy buena.
Por fin, estaban las serrerías, del señor Fuster y del señor Canales, que eran un lugar de aprovisionamiento de leña de pino.
Con esta leña se encendía el fuego de la cocina a primera hora del día para hacer la comida del medio día; por la tarde se encendía de nuevo hasta la hora de ir a la cama a dormir.
Excepto los braseros, no había otro medio de calefacción en las casa que el fuego de la cocina". 


sábado, 19 de noviembre de 2016

Exposición en Barbastro



Eduardo Fuster Salamero

El pasado 17 de noviembre, se ha inaugurado en la Sala del Centro de Congresos de Barbastro, una exposición de fotografías sobre el LEGADO MAYA cuyo autor es Eduardo FUSTER. En la muestra se exhiben 40 fotografías, fruto del trabajo realizado durante su estancia en el Norte de Yucatán. Algunas de estas obras han sido ya presentadas en México por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).  La exposición permanecerá abierta hasta el 10 de diciembre.



Para conocer mejor la obra de Eduardo, podéis visitar www.fusterphotography.com

Fotos gentileza de Angel Huguet