(Continuación)
Llegada a Campo (11 de febrero de 1909)
Viajando en tartana habían llegado los viajeros a Campo. El relato del corresponsal ofrece la descripción del pueblo y refiere lo que hicieron ellos, los visitantes, durante su corta estancia:
"Campo es un pueblo rico, de huerta fértil y pastos abundantes; en la industria anoto la fabricación de cucharas. La gente del país dice "que tiene de todo un poco" y así lo pasa admirablemente.
La plaza principal es un rectángulo con cruz gótica en el centro y porches desiguales. La población en general es de aspecto simpático; para el servicio público hay luz eléctrica y fuentes; la administración principal es modelo de regularidad.
Al otro lado del Esera está la ermita de San Velastuto, abogado del mal de oído. Aquí podían venir los que tienen oídos y non oyen... En el romance de la tierra se llama a este santo "San Blascut", por lo mismo que al río Albo le denominan "Rialgo".
Un acueducto de doce ojos de tosca factura, construcción de cerca de un siglo, denuncia los afanes de riego de una época anterior al regadío de que hoy se enorgullece este pueblo.
La carretera a Benasque obra de cíclopes, en el eterno suspiro de esta comarca. Entonces se les dará por añadidura a las gentes del país lo que ahora no gozan, pues no tardaría mucho a que las entrañas de esta tierra privilegiada vomiten la riqueza de mineral lucrativo a esta parte de nuestra provincia, relegada actualmente a muy cortos medios de subsistencia.
La carretera a Benasque obra de cíclopes, en el eterno suspiro de esta comarca. Entonces se les dará por añadidura a las gentes del país lo que ahora no gozan, pues no tardaría mucho a que las entrañas de esta tierra privilegiada vomiten la riqueza de mineral lucrativo a esta parte de nuestra provincia, relegada actualmente a muy cortos medios de subsistencia.
Con el término de ésta y la consecución de la que comunicará a Campo con los Valles de Bardají y de Lierp, Las Vilas, Torrelarribera, Calvera y Serraduy, y son la de Arro a esta población, enlace con la de Barbastro a la frontera, cúmplense las aspiraciones del país, que espera y confía en que se han de realizar estas obras de utilidad altamente beneficiosas a la comarca.
En Campo he tenido la satisfacción de saludar a excelentes amigos de "El Diario de Huesca": a D. Juan Antonio Palacín y otros cuyos nombres no recuerdo. De Boya, el ilustre secretario F. José Boya Pons, mi querido amigo de la infancia y de la gramática latina de Raimundo Miguel, no me puedo olvidar. Como tampoco olvidaré estas horas deleitables pasadas aquí en la grata compañía de D. José López y de su apreciable familia y de las buenos y cariñosos amigos. Campo es un lugar sugestivo que atrae con encantos irrestibles: hasta los montes de picos que rasgan las nubes mueven a especial simpatía; son tan amables que están nevados y nos dan frío.
El regreso es rapidísimo. Las nieblas lo invaden todo. El sol pugna por decorar la escena con sus tintes de oro.
En Morillo saludamos a Ramón Trillo, y corremos, corremos hacia Graus, antes de que la noche nos coja en el camino.
Hemos llegado sin novedad, y después del arribo ponemos punto final a esta crónica".
Firmado: Salvador M. Martón. Graus, 10-2-1909
(Fotografías paisajes: Angel Huguet y M. J. Fuster. Imagen de los Porches, postal gentileza J.A. López)
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