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jueves, 19 de septiembre de 2019

De todo un poco


Antonio Castel Ballarín nos ofrece una extensa documentación de la actividad comercial llevada a cabo por el negocio de Don Jaime Mur, que contaba como clientes no solo a los vecinos de Campo, sino también a los de muchos pueblos y aldeas de los alrededores.
Para conocer los artículos que se consumían a finales de 1800 y principios de 1900, examinaremos las anotaciones de uno de los libros de contabilidad del Sr. Jaime, en el que anotaba todas las operaciones que realizaba. Con esta información se evidencia, además, el tipo de relaciones comerciales que imperaban en aquella época. El dinero prácticamente no circulaba, se compraba habitualmente al fiado o se recurría al trueque, ya fuera de mercancía por mercancía o de mercancía por jornal.
A cambio del ordio, trigo, judías, bellotas, un día de jornal, una gallina, etc. que aportaba el cliente, el comerciante les ofrecía sus artículos: fideos, garbanzos, especias, pólvora, alpargatas, sombreros, sardinas, platos, peladillas, chocolate... etc. 
A continuación, algunas transacciones con vecinos de diferentes pueblos, omitiéndose los nombres y apellidos (tal y como hizo Antonio Castel).
NOCELLAS.- Quedó a deber un cuartal de trigo, 2 cántaros de vino, pagar para la Feria de Campo. 4 velas, arroz, anís, vino. Pagado el 31 de mayo.
1901-1903: Recibí por el criado cinco fanegas de trigo. El amo: dos pares de alpargatas cerradas. Recibí por el amo 2 cuartales de trigo y dos almudes de ordio.
MERLI.- 1896. Un cuartal de trigo pagado el 19 de agosto de 1.879. Se le entrega un recibo por Joaquín con el interés del año 1.898.
SENZ.- La chica un par de alpargatas, entregó una peseta. Sebo, mistos, arroz, anís y fideos. Aceite y jabón. Pasadas cuentas el 27 de agosto queda a deber 10 pesetas. El amo se lleva papel de fumar, sardinas y un cántaro de vino. Medio kilo de enjundia, una soga y una cincha. Le dejé al amo en dinero 11,50 pesetas.
cántaro
VIU.- Pasadas cuentas el 1 de abril quedó a deber 3,50. El amo alpargatas. Arroz y fideos; dos fajas de cáñamo, 12 manojos de acelgas y una bota. Sardineta y abadejo. Un par de abarcas. Recibí en dos veces 9 duros. La dueña y el chico géneros para la fiesta. Media docena de platos. La dueña un par de alpargatas negras, lo pagarán todo dentro de ocho días. 
FORADADA.- Sardinas, botones e hilo. Un par de alpargatas, un pichellón de vino clarete, vino y peladillas. Un cántaro de vino superior.
Se contó la cuenta de atrás que sumaba 33,60 de lo que queda enterado el joven Antonio Castillón. Falta rebajar de la cuenta 4 docenas y media de mangos. El 20 de noviembre recibí en dinero 30 pesetas.
El amo joven para la fiesta anís, café, azúcar y sardinas, abadejo y una lata de tomate. Pasadas cuentas el 30 de abril de 1.899 queda a deber 38 pesetas, más queda a deber tres almudes de judías.
porrón
Ordio, arroz, un par de alpargatas y veta. Recibí trigo. Pasadas cuentas quedó a deber 14,60.
1.901. Mandé por el joven un porrón de vino rancio. El abuelo quedó a deber la enjundia.
1.902. En noviembre el abuelo: 2 enjundias, fideos, un par de alpargatas negras. Un paquete de gaseosas y sardinas. Recibí 4 cuartales de trigo. El amo se llevó un sombrero de paja y dos cajas de perdigones. Dice que pagará en la feria.
LACORT.- 1897. El amo un par de alpargatas y veta. 2 carretes, un  kilo de enjundia, dice que dará bellotas para cántaros de vino. Recibí 2 cuartas de trigo el 14 de agosto.
TOLEDO.- Sopa y patas el 10 de Mayo de 1898. Alpargatas, veta y chocolate. Recibí 11 almudes de ordio, adeudando hasta hoy 38.50, dará 10 por el molinero Samper. Un pagaré y dice pagará para la feria de Barbastro de 1.900. Envío 2 cajas de perdigones y caja de pistones. Tocino y pólvora.
BACAMORTA.- Sebo y sardinas. La dueña un par de alpargatas. Recibí trigo en 1898. Recibí en casa 7 cuartales de trigo. El amo un par de alpargatas negras. Un sillón grande, fideos arroz, un kilo de enjundia, dice que dará bellotas para pagar. Pasadas cuentas quedan a deber 6,50. Recibí 15 almudes de trigo.
El amo dos escorchas. Dueña 6 almudes de trigo y un par de alpargatas blancas que quedan pagadas con el trigo. De una escorcha ajustada en 11 reales entregó 7, faltan 4. El dueño lleva seis tricenales de vencejos.
La dueña un porrón, una soga, en cambio recibí 3 cuartales de trigo y un jornal.
La dueña un jarro de tierra, una escorcha y una soga. Abadejo, Marina, dice, lo pagará dentro de 10 días.
El chico quedó a deber la harina. La dueña un sillón, el chico un par de alpargatas. La dueña, fideos y media docena de platos. El chico quedó a deber 39 céntimos. Recibí un jornal para hacer leña.
Almud
Una lata de perdigones, más sardinas saladas, vino. Recibí por el año tres pesetas. El 23 de octubre de 1903 dejé al amo en dinero 8 pesetas. Enjundía. Recibí dos docenas de tuertas y 6 almudes de ordio. Recibí una gallina. Se llevó fideos, una docena de sardinas. Recibí 5 cuartales de trigo. Subí de Graus medio kilo de sardineta. Bacalao y una lata de atún. Subir y bajar a Graus, 6 pesetas. Deje en dinero para un par de pantalones 6 pesetas. Un cántaro de vino de El Grado. Un sombrero de paja, una cincha y un ramal.
NAVARRI.- Del año pasado 1897 quedó a deber una vajilla, chocolate, vino. Le di docena de platos pequeños, jabón, envié por "la Fransuala" arroz (en Navarri había una señora de Francia que la llamaban "la Fransuala").
Estuve en Navarri el 27 de agosto de 1900, me pagó todas las cuentas de Ramona y la cuenta de su madre que eran dos fanegas de trigo.
Lista de clientes
LAS COLLADAS.- Alpargatas y 40 sardinas, veta. Un manojo de cebollino, azúcar y chocolate, garbanzos, pimienta, canela, anís y fideos. Arroz, canela anís, vajilla, peladillas y chocolate, alpargatas. Recibí el mismo día 2 pesetas.
1898. Queda a deber, contada la paga, 2 pesetas. Arroz, trigo, cabezuela. Recibí en compensación trigo. Chocolate, enjundia, cerillas. el amo un par de alpargatas, la dueña arroz y fideos. Recibí en Bacamorta, Murillo, Navarri y las Colladas 4 jornales y medio.
Arroz, pimienta y canela. La dueña quedó a deber el chocolate, el amo quedó a deber el vino y las alpargatas. Un par de abarcas. Vino, una caja mixtos y lebrillo de fumar. Sardinas, chocolate, pimienta, azúcar, arroz, 6 almudes de trigo. La dueña una docena de platos. 
MORILLO DE LIENA.- 1898. Un carrete de hilo, un cántaro de vino, alpargatas hombre. Recibí un pollo. Fideos. Recibí tres almudes de trigo. 
Un par de alpargatas; 2 varas de veta, 2 kilos de fideos. Recibí 8 almudes de trigo. 
Una cinca, sardinas, un cántaro de vino y arroz. Media docena de platos sevillanos y finos. Recibí por la dueña dos docenas y media de nabos.
Botijo o "sillón"

Abadejo, 1 docena de huevos. La abuela quedó a deber el cebollino. Pimienta y arroz, un cuarterón de arroz. Recibí cebada y cinco almudes de trigo.
Un ramal y una pala ancha, botijo. Del vino que paga faltan 25 céntimos. 3 bizcochos, azúcar, un par de alpargatas, anís en grano, alpargatas catalanas, una lata de café. La leche, un par de zapatos, dice que los pagará para la feria de Campo. Un barreño, sal y un cántaro de vino. Chocolate, azúcar, abadejo, una docena de platos, cucharas y tenedores. Un sombrero de paja grande y un cántaro de vino.
Ordio y sardinas. Un cántaro de vino, pimienta, anís engrano, canela, un cántaro de vino y un sombrero de paja grande.
1903. La dueña un par de zapatos, un cántaro de vinagre, media docena de platos finos y blancos, una escoba, azúcar. Recibí 6 almudes de trigo.
Vinagre y fideos. Un par de zapatos, una lata de pólvora y otra de perdigones. Ordio, trigo,cántaro de vino, 2 pichellotes de vino, 1 escorcha, 1 barreño.




domingo, 3 de noviembre de 2013

Campo en 1916



Actividades económicas


"El Diario de Huesca" publicó en enero de 1916 una serie de artículos con el título de "Intereses Provinciales. En el Nuevo Año". Extraemos unos párrafos del artículo publicado el día 2 de dicho mes de enero, en los que hay referencias a Campo:
"Industria y comercio.-
La riqueza pecuaria es la principal en el país, además de ganado lanar y cabrío dedícanse sus habitantes al recrio del vacuno, mular y caballar, formando desde hace unos años para aumentar los pastos extensos prados artificiales. De ellos sacan ventaja llevando hermosos ejemplares de reses de las renombradas ferias de Boltaña, Ainsa, Fiscal, Broto, Benasque, Campo, Castejón de Sos, Plan y Bielsa, etc. así como a las varias de Aragón, Navarra, Cataluña y gran parte de Francia que anualmente recorren.
Lastimosamente se han dejado perder en los pueblos del centro la cría de gusano de seda, que sus ascendientes cuidaron con esmero, según lo atestiguan los restos de corpulentos morales destinados a su alimentación.
En varias localidades quedan telares domésticos para tejidos de lana, como estameñas, bayetas, etc. etc. y otras telas de algodón, cáñamo y lino, cultivando también los pequeños oficios de necesidad imprescindible y fabricándose algunos objetos de madera de pino, haya y boj para los usos diarios.
Los almacenes y tiendas de géneros para el consumo del país, muy bien surtidos, abundan en todo él, principalmente en Benasque, Campo, Bielsa, Broto, Fiscal, Lacort, Boltaña y Ainsa.
En estas dos últimas villas hay sierras de cinta para madera, combinadas con Harineras eléctricas y solo de las últimas en Broto, Sarvisé, Torla, Fiscal, Bielsa, Plan, Labuerda, Benasque, Campo, etc. En El Rún (Seira) una Compañía catalana, titulada de "Gas y Electricidad", aprovecha los saltos del Esera para conducir energía a Barcelona, invirtiendo en esta empresa grandes capitales y empleando crecido número de obreros". 

(Fuente: Hemeroteca "Diario del Altoaragón". Fotos de Campo y Seira, con la central)


lunes, 21 de octubre de 2013

Producción de lejía en Campo




Hoy tenemos la colaboración de Ángel Mazana, que creemos que es muy interesante y que agradecemos mucho, porque si no nos hubiera dado él esta información, nunca la hubiéramos sabido.

LEJÍA CONCENTRADA DE USO DOMÉSTICO “MAZANA” 

           La lejía Mazana, se fabricó en Campo desde el año 1949 hasta 1.977. Para elaborarla, se mezclaba sosa cáustica y cloro activo, procedentes ambos de la Electro-Química de Flix, provincia de Tarragona.
                 La sosa cáustica venía en bloques de unos 400 Kgs. y en bidones metálicos; para deshacerla se empleaba una maza o mallo, y provistos de guantes y gafas se daban golpes para trocear una cantidad de 70 Kgs. pesando con una romana o carrazón cada operación. Se echaba en un bidón añadiendo agua y removiendo todo con un palo grueso de boj, porque a esta madera la sosa tardaba más en comérsela al alcanzar dicha mezcla temperatura elevada. A continuación, y una vez reposada y enfriada, se vaciaba con pozales en un depósito de cemento situado a una altura de dos metros, añadiendo agua hasta un  nivel marcado.
                    El cloro activo que venía en botellas de hierro de 50 Kgs. se depositaba encima, en un caballete de madera construido ad hoc, mediante una tubería de hierro que se conectaba  hasta ascender y entrar en el depósito, donde estaba la sosa para la operación de mezclado. El vaciado del cloro duraba alrededor de dos horas, estando pendientes de la operación pues acostumbraba a haber escapes de cloro, que se descubrían cuando al pasar por la tubería un trapo empapado de amoniaco, salía un humo blanco. Las molestias que se notaban se solucionaban bebiendo leche o bajando a respirar a la orilla del río Ésera ...
Una vez terminada la operación se pasaba la mezcla del depósito superior a otro inferior también de cemento mediante un grifo de material de gres, añadiendo agua hasta el nivel correspondiente y moviendo todo el contenido del depósito con una especie de rastrillo de madera durante ocho horas, dejándolo reposar doce horas. Posteriormente, se analizaba la lejía antes de proceder al llenado de botellas,  que siempre salió de muy buena calidad.
                         En la segunda foto mostrada, se pueden ver copias de facturas tanto de compra de sosa y cloro, como de corchos y cápsulas cogidas al azar, de las muchas todavía archivadas que corresponden a los años 1.952 y 1.953. y anteriores  En estos años se dio trabajo a mucha juventud.
LLENADO DE BOTELLAS: En primer lugar se lavaban muy bien, como si hubiera que poner un producto alimenticio. Se escurrían boca abajo en unos tableros con agujeros hechos del diámetro del cuello de las botellas; en lugar de llenarlas poco a poco, se depositaban en el suelo al lado de los depósitos y en cantidad de –500- cada vez y con dos mangueras de plástico se iban llenando. Para cargar las mangueras se llenaban primero de agua, tapando con los dedos los dos extremos, uno de los cuales atado a un palo se introducía dentro del depósito y el otro en una botella, dejando salir agua hasta que se comprobaba que salía lejía.
A medida que se iban llenando se tapaban con corchos nuevos previamente remojados en un cubo, para que entraran mejor y se les daba un pequeño golpe con una maza pequeña que también  era de boj. Seguidamente, se iban subiendo las botellas a un tablero donde se les ponía la cápsula de aluminio que con los dedos se ajustaban al cuello de las botellas. Las etiquetas y el collarín se pegaban con una  mezcla de harina y agua, previamente calentada. Se embalaban en cajas de 20 botellas y en cada caja iba una botella de regalo, según escrito que salía en el interior de la etiqueta que rodeaba el cuello. Posteriormente se envasó en botellas de PVC y en cajas de 12 botellas de madera y marcadas con una L y M (Lejía Mazana) según se observa en la fotografía y la fabricación artesanal dejó de existir, pues en aquel entonces con camiones de nuestra propiedad, se traían  de Barcelona  bidones de Hipoclorito sódico NaOCI y solo había que añadir agua para obtener lejía.
                     La producción era bastante respetable, según facturas que existen suministrando comercios de la localidad y hasta Benasque, Pont de Suert y pueblos en la ruta de Graus y hasta Barbastro. Hay que resaltar que en aquellas fechas existían fábricas de lejía en Graus, Sr. Latorre; en Ainsa, Sr. Bergua; en Barbastro, Sr Sánchez. Sus marcas creo recordar que eran  La zorra blanca, Blancanieves y Moisés.
                        Con fecha 31 de Diciembre de 1.977 se efectuó la declaración de BAJA por cese en la Industria, ya que no se podía competir con lejías, por ejemplo, marca “Conejo” y otros productos que las grandes superficies ponían en el mercado con mejor calidad y precio y, en ciertos negocios, hay que saber retirarse a tiempo.
                           En Campo, Septiembre de 2.013. 

(Texto y fotos gentileza de Ángel Mazana)


lunes, 15 de julio de 2013

Tribulaciones de un funcionario en Campo

Zapatos, por favor


Durante los primeros años de la década de los 30 (siglo XX) un empleado de telégrafos que vivía en Campo con su familia, parece que tenía dificultades para salir adelante con el sueldo que cobraba. Eso hemos deducido a juzgar por las tres cartas que envió a su proveedor de zapatos en Graus, y que pasamos a transcribir. No ponemos ningún apellido, ni del vendedor ni del comprador, pero si alguien está interesado se los podemos facilitar.
  
Campo, 5 de Abril, 1932
Muy Sr. mío: Recibí los zapatos negros nº 33 que nos gustaron, ahora espero me mande otro par de color, nº 30, que sean fuertes, para niño.
Pronto saldaré el importe. Puede mandarlos por el auto con el porte pagado e incluya en factura y en la caja haga constar "Porte pagado".
Salúdole y a su disposición y se reitera suyo afmo. s. s. q. e. s. m. m.  

Campo,  5 de Enero de 1933
Distinguido Sr. y amigo: Me permito molestarle nuevamente para que se dignase mandarme mañana o sea, depositarlos esta noche en el auto de esa a Benasque, dos pares de zapatos:
1 para nº 36 de color, tacón llano, que sean fuertes.
1 id. nº 34 de color, fuertes, tacón llano como los de otras veces.
Como todavía debo en esa, téngame paciencia pues desde el día 1º he pasado a 3.000 ptas. y a primeros de Febrero, Dios mediante, podré pagarlo todo y si no la mitad, y me manda factura de lo de antes y ahora, pues no quiero conocer otro acreedor en el ramo de zapatería que a Vd. pues le estoy muy reconocido. Espero tomará buena nota, perdonándome la molestia y soy suyo s. s. q. e. s. m. 
Al márgen: Feliz año nuevo y Vea que se reciban mañana día 6. (Debía ser el regalo del día de Reyes).

Campo, 2 de Marzo de 1934
Muy Sr. mío: Recibo su carta y adjunta factura. He de manifestarle que es la primera carta que recibo de Vd. pidiéndome la cuenta, pues el no contestar a las carta, para mi lo juzgo de poca educación y máxime con Vd., cuando créame le estoy agradecido, y de no poder liquidar ese pequeño resto, me ha impedido el pedirle más género pero jamás crea hacemos consumo en otra parte, pues se procura pasar como se puede hasta ver si se confirman los aumentos de haberes que tenemos concedidos desde marzo de 1932 en Telégrafos. Veremos que mejoras vienen ahora en abril o mayo.
Téngame paciencia y mi deseo de cumplir lo vio Vd. como sin decirme nada, le entregué por Ferraz 15 ptas. el año pasado. Si los asuntos me hubieran ido como en otras ocasiones, estaría saldado ese pequeño débito, pero las circunstancias mandan y todos nos hemos de dar cuenta, acreedores y deudores. En espera de su reconocida caballerosidad y amabilidad que le caracterizan y no dudando que como siempre me prestará atención a mis pedidos, como siempre, le saluda s. s. q. e. s. m.
  
(Foto de Waller Gerld, "El primer par de zapatos nuevos" publicada en Life en el año 1948).

viernes, 12 de julio de 2013

Comerciantes: los vinateros



La bebida que no podía faltar




Un comercio que alcanzó mucha importancia en nuestro pueblo, fue el del vino. Los vinateros de Campo llevaban sus productos a muchos pueblos del Pirineo, atendiendo, especialmente, a los clientes de los valles de Benasque y Gistau.
Según refiere Antonio Castel, el vino que llegaba a Campo en bocoyes lo pasaban a unas tinas muy grandes de madera, de donde lo extraían con decálitros de hojalata y los ponían en boticos de 50 litros para transportarlo a los pueblos en burros o machos.
Había un Consorcio del que formaban parte todos los vinateros del pueblo, tanto los que lo hacían al por mayor como al detall. Para poder vender, todos los comerciantes tenían que pagar anualmente una determinada cantidad de dinero al Consorcio. El cargo de recaudador de este impuesto salía a subasta pública, y su función era la de cobrar lo estipulado a los vinateros para pagarle después al Ayuntamiento la cantidad convenida. Si algún vendedor no quería pagar,
se le precintaban los bocoyes.
Un vinatero importante fue el Señor Víctor Sancha. Era un gran mayorista que se hacía subir el vino del Somontano y lo vendía en todo el Pirineo. Tenía un almacén en lo que hoy es “casa Vitor” y su hijo continuó con el negocio, abriendo otro almacén en Castejón de Sos, desde donde podía atender mejor a los pueblos de la montaña.
Antonio Castel nos cuenta también que, a principios de siglo XX, Mariano Canales fue uno de los principales comerciantes del pueblo. Además de la sal y el vino, que eran los dos artículos imprescindibles en aquél entonces, vendía aceite, sardinas, vinagre y piensos para los cerdos, etc. Tenía su almacén en “casa Cambra”. Se proveía de sal en Naval y Salinas de Trillo, dos localidades de la provincia de Huesca. 
Sobre el abastecimiento del vino, el sr. Antonio Ballarín le dió la siguiente información a Antonio Castel:
Los carreteros salían de Campo con sus carros siempre en parejas, eran viajes largos y podían necesitarse unos a otros. El punto más distante era Cariñena, en la provincia de Zaragoza. El vino del “campo de Cariñena” era de alto grado y calidad, muy bueno para encubar y consumo estacional.
Además de Cariñena subían vino de Bespén, en la provincia de Huesca, también de fama.
El vino de Salas en el Somontano era vino muy apreciado. De Secastilla, pueblo cercano a Graus, subían la Garnacha. El Macabeo procedía del Pueyo de Barbastro, monasterio benedictino en aquellos tiempos. Todos estos vinos eran muy buenos, pero, cada cliente tenía sus preferencias”. 

(Fuente: Antonio Castel Ballarín. Oleo: "El Almuerzo" de Diego Velázquez)  

martes, 2 de abril de 2013

Pan racionado


Aunque poco,  indispensable



Después de la guerra del 36, en todo el territorio nacional quedó limitada la venta y adquisición de muchos alimentos, sobre todo los de primera necesidad, como aceite, azúcar, garbanzos, arroz, lentejas...
Nos cuenta Antonio Castel cómo funcionaba el aprovisionamiento del pan, que estaba muy controlado. El Estado obligaba a los agricultores a la entrega del fruto de sus cosechas: el trigo recogido se almacenaba en silos del Estado y de allí salía bien pesado hacia las harineras para que, una vez molido, la harina obtenida llegara escrupulosamente controlada a los panaderos, que repartían cada día determinadas cantidades de pan a las personas que presentaran sus cartillas o cupos.
Escamotear para el propio consumo un poco del alimento que pasaba entre sus manos, era muy complicado tanto para los agricultores, que intentaban esconderlo en algún armario, bajo la paja, etc. como para los molineros, que tenían a la Guardia Civil o a los inspectores llamados de "Tasas" día y noche al acecho. Si estas autoridades sorprendían a alguien con un aprehendimiento, le requisaban el grano, le ponían una multa y, en ocasiones, hasta lo llevaban a la cárcel.
Nos cuenta Antonio que el pan empezó a distribuirse a razón de cién gramos por persona. Al cabo de un tiempo se aumentó a ciento cincuenta, después a doscientos y así sucesivamente. Era un pan de color negro, una mezcla de trigo y otros granos, como cebada, ordio, panizo, etc. además de sal, levadura y agua. Presentaba un aspecto muy apelmazado y pesaba mucho, deshaciéndose en migas muy facilmente. A la gente no le gustaba, pero no había mas que aquello ¡el pan blanco era un sueño! En la panadería  lo cortaban a cantos. El racionamiento del pan duró hasta el año 1952, unos treces años después de acabada la guerra.
Ofrecemos a continuación algunas disposiciones sobre abastecimiento publicadas en el periódico "Nueva España".
 
 18 de Mayo de 1940. "Circular del Gobierno Civil. Sobre abastecimiento de pan.- El problema de abastecimiento que hondamente preocupa al Gobierno, tiene dos conceptos fundamentales: el de la cantidad de existencias y el de su regular distribución.".
(...) "Con todo lo cual y en defensa del interés público, he decidido tomar las siguientes disposiciones que estarán en vigor a partir de la publicación de las mismas en el "Boletín Oficial" de la provincia:
Disposición 1ª- Se establece en todo el territorio de la provincia el racionamiento de pan a razón de 250 gramos por persona y día.
Disposición2ª- Sólo podrá amasarse harina panificable en las panaderías, hornos y demás establecimientos habilitados, los días impares".
Disposición 3ª- La distribución de pan se hará utilizando provisionalmente las libretas de racionamiento, mientras se habilitan cartillas o cupones especiales para este suministro.
Disposición 4ª- Los hoteles, restaurantes, posadas, hospedaje y casas de comidas de todas clases, darán el pan a sus clientes fijos o transeuntes en la siguiente forma:
Desayuno- Una pieza o porción de 40 gramos.
Comida- Una pieza o porción de 80 gramos.
Cena- Una pieza o porción de 80 gramos."

El 3 de Diciembre de 1940, se publicó un extenso artículo sobre el racionamiento del pan, en el que, entre otras cosas, se anunciaba una reducción de las raciones:
"El racionamiento tiene carácter provisional y sin perjuicio de las normas definitivas que acuerde el Gobierno del Estado una vez terminada la clasificación de cartillas actualmente en curso y cuya clasificación no le afecta. No estarán sujetos a este racionamiento los poseedores de cartillas de maquila como cosecheros de trigo. La ración única individual será la de ciento cincuenta gramos".

 
(Fuente: Antonio Castel y Hemeroteca "Diario del Altoaragón", periódico "Nueva España". Fotos: "Pan", de mjfuster, y "Vieja friendo huevos", de Diego Velázquez).

 

lunes, 13 de agosto de 2012

Feria de Artesanía

Un año más se ha celebrado, el 12 de Agosto 2012, desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la tarde,  la Feria de Artesanía.  Estas son las instantáneas tomadas al comenzar de la jornada, antes de la afluencia de visitantes.





(Fotos Daniel G. Fuster)

sábado, 21 de julio de 2012

y Campo en 1908



con una población muy activa


En el Anuario Riera de 1908 se seguía dando a Campo el mismo número de habitantes que en 1904: 761 habitantes de hecho (resultado de la suma de residentes presentes y los transeuentes de un municipio, en el momento de hacerse el recuento) y 896 habitantes de Derecho (residentes presentes más los ausentes). Estos son los datos que facilita dicho Anuario:
Elemento oficial: Alcalde, Don José Altemir Bielsa. Secretario, Don José Boya Pons. Juez municipal, Don Elías Boj Peired. Párroco, Don ANtonio Abad Rivera. Administrador de Correos, Don Francisco Luengo Pera. Autoridad Militar, Don Francisco Santiago Losada, Sargento de la Guardia Civil.
Abacerías: Miguel Blanch, Ramón Mascaray.
Albañiles (Maestros): Antonio Ariño, Francisco Ballarín, Sebastián Bellera, José Cereza.
Alfarerías: Vicente Fumad A., Vicente Fumad P., Mateo Pubil.
Barberías: Sebastián Blanch, Miguel Sesé.
Cafés: José López.
Carnicerías: José Mur, Pedro Mur.
Carpinterías: Joaquín Aused, Juan Antonio Palacín, José Saludas.
Comestibles: Joaquín Ballarín, Francisco Luengo, Pedro Mur, Manuel Puyalto, Joaquín Silles
Cucharas (Fábricas): José Blanch, Miguel Blanch, Pedro Blanch, José Castillón, Cayetano Nestares, Antonio Sesé, José Sesé, Miguel Sesé B., Miguel Sesé, Francisco Solana.
Escuelas municipales. Para niñas: Antonia Villa. Para niños: Antonio Jabierre.    
Estancos: Antonio Puertas.
Ferreterías: Juan Herrero, Antonio Herrero, Juan Lafarga, José Lailla.
Ganaderos: José Altemir, José Canales, José Mur, Manuel Pallaruelo, José Peiret.
Harinas (Molinos): Joaquín Auset.
Herrerías: Juan Salanova, Antonio Sanz.
Hojalaterías: José Lafarga, José Lailla.
Panaderías: Manuel Canales
Posadas: José Altemir, Joaquín Canales, José Canales, José Mur, Manuel Pallaruelo, Juan Peiret.
Practicantes: Juan Olivera.
Quincallerías: Miguel Blanch, Ramón Mascaray.
Servicio carruajes: A Graus, diario a las 3, precio 2 ptas. asiento.
Tabernas: Joaquín Ballarín, Francisco Luengo, Jaime Mur, José Mur, Pedro Mur, Manuel Puyalto, Joaquín Silles.
Tejas y ladrillos (Hornos de): Vicente Fumad A., Vicente Fumad P., Mateo Pubil.
Tejidos (Comercios): Miguel Blanch, Ramón Mascaray.
Vinos (Almacenes): Antonio Ballarín, Mariano Canales, Víctor Sancha.
Propietarios    José Altemir, Elías Boj, José Mur.

(Fuente: "Anuario Riera", facilitado por J. A. López. Fotos: Factura de la tienda de Jaime Mur, de Antonio Castel; óleo de "El Barbero", de Nikolaos Gyzis).

miércoles, 18 de julio de 2012

La actividad comercial en Campo en el año 1904

Con nombres y apellidos

En el Anuario-Riera, General y Exclusivo de España, publicado el año 1904, se recogen los siguientes datos sobre la actividad comercial de Campo, junto a alguna otra información:
Elemento oficial: Alcalde, Don Juan Blanch Serra. Secretario, D. José Boya Pons. Juez municipal, Don Elías Boj Peiret. Fiscal, Don Cayetano Nestares. Párroco, Don Antonio Abad Ribera. Administrador de Correos, Don Francisco Luengo Pera. Autoridad Militar, Don Eduardo Ortiz Borrás. Sargento de la Guardia Civil.
Abacerías: Miguel Blanch,  Ramón Mascaray.
Albañiles: Antonio Ariño, francisco Ballarín, Sebastián Bellera, José Cereza.
Alfarerías: Vicente Fumad A., Vicente Fumad R., Mateo Pubil.
Barberías: Sebastián Blanch, Miguel Sesé.
Cafés. José López.
Carnicerías: Josefa Canales, José Mur, Pedro Mur.
Carpinterías: Joaquín Aused, Juan Antonio Palacín, José Saludas.
Comestibles: Joaquín Ballarín, Josefa Canales, Francisco Luengo, Pedro Mur, Manuel Puyalto, Joaquín Silles.
Cucharas (Fábricas): José Blanch, Miguel Blanch, Pedro Blanch, José Castillón, Cayetano Nestares, Antonio Sesé, Juan Sesé, Miguel Sesé B., Miguel Sesé, Francisco Solana.
Escuelas Municipales.- Para niñas: Antonia Villa. Para niños: Antonio Jabiere.
Estancos: Antonio Puertas.
Ferreterías: Juan Laforga, José Lailla, Juan Salanova, Antonio Sanz.
GanaderosJosé Altemir, José Canales, José Mur.
Harinas (Molinos): Joaquín Aused.
Herrerías: Juan Salanova, Antonio Sanz.
Hojalaterías: José Laforga, José Lailla.
Panaderías: Manuel Canales.
Posadas: José Altemir, Joaquín Canales, José Canales, José Mur, Manuel Pallaruelo, José Peired.
Quincallerías: Miguel Blanch, Ramón Mascaray.
Servicio carruajes: A Graus, diario, a las 3 t.  precio 1,25 ptas asiento. A Perarrúa, diario.  
Tabernas: Joaquín Ballarín, Josefa Canales, Francisco Luengo, Jaime Mur, José Mur, Pedro Mur, Manuel Puyalto, Joaquín Silles.
Tejas y ladrillos: Vicente Fumad A. Vicente Fumad R., Mateo Pubil.
Tejidos (Comercios): Miguel Blanch, Ramón Mascaray.
Vinos (Almacenes). Mariano Canales, Víctor Sancha.
Propietarios: José Altemir, Elías Boj, José Mur.

(Fuente: "Anuario Riera" Datos facilitados por J. A. López. Fotos: vista general de Campo y la tejería, gentileza de J. A. López).

lunes, 28 de mayo de 2012

Un oficio: los carreteros




Los ejes de sus carretas

Campo, situado en una encrucijada de caminos, disfruta de una posición estratégica que le comunica con diferentes valles y ello le ha facilitado, a lo largo de su historia, el poder dirigir un activo comercio con los lugares de su entorno. Antes de que se utilizaran los vehículos de motor a combustión, varias personas residentes en Campo se dedicaban a traer con carros y tartanas la mercancía que la demanda local precisaba y también  abastecían a los pueblos de alrededor. Los encargados de hacer ese transporte eran los carreteros. Ofrecemos la información que Antonio Castel recoge en su libro sobre Campo.
"Uno de los artículos que más transportaban los carrreteros de Campo era, desde luego, el vino. Lo iban a buscar hasta Cariñena, donde se encontraban vinos de alto grado y buena calidad que eran muy buenos para encubar, además de utilizarlo para consumo estacional. También se traía vino de Bespén, en la provincia de Huesca. Otro vino apreciado era el que se traía de Salas en el Somontano, y de Secastilla traían la Garnacha. El Macabeo procedía del Pueyo de Barbastro, que entonces era monasterio benedictino.
Para ir a buscar el vino salían de Campo los carreteros por parejas, pues el viaje era largo y podían necesitarse unos a otros. En el camino se les solían juntar otros carros y así llegaban a formar verdaderas caravanas, donde no faltaban los perros. Tiraban de cada carro tres o cuatro machos. Uno era el macho de "varas" que era el más experimentado y que conocía bien el camino, era el guía. Se le daba ese nombre porque estaba en medio de las dos varas. Los otros dos machos iban delante enganchados en cadena. Llevaban en el lateral derecho un farol de hojalata con cristal por delante y dentro una vela, por si tenían que andar de noche.
Una vez cargado el vino en su lugar de destino, se emprendía el viaje de vuelta, que era más lento y peligroso, porque los carros iban cargados hasta los topes. Finalmente, llegaban al valle de Campo y paraban en la Palanca del Rialgo, donde tenían que pagar el impuesto obligatorio por uso de paso, es decir, el impuesto de peaje. El cobro de peaje salía siempre a pública subasta, quedándoselo el mejor postor, que sería el encargado de cobrar a todo el que pasaba por allí. El pagaba al Ayuntamiento la cantidad establecida y se quedaba con el resto de lo que recaudaba. Una vez satisfecho el peaje, los carreteros ya podían hacer la entrada en el pueblo, donde eran recibidos con gran bullicio.
A Barbastro y Graus iban a buscar plantas y simientes para los huertos, manojos de cebollino, tomates, remolacha, escarolas, verduras, sacos de sal para la matanza de los cerdos (para salar jamones y las ensundias). También se subían de allí boticos o barriles de aceite, de los olivos del Somontano, que era muy bueno. En Graus cargaban cubos de sardinas y abadejo salado, que se vendía muy bien en Campo; sacos de abono, pulpa, cajas de naranjas y mandarinas, velas...
Los carreteros no se limitaban a llevar una carga, hacían para sus paisanos todo tipo de gestiones y favores: comprar determinadas cosas, llevar paquetes y bultos de particular a particular, etc.".
Antonio Castel Ballarín en su escrito sobre los carreteros menciona al señor Baltasar del Torrau, al señor José de Sermo, al señor Manuel del Pequeño, al señor Antonio Ballarín.
En el censo electoral de 1910 encontramos mencionados los siguientes carreteros: José Ballarín Costa, 43 años, vive en la calle del Medio, nº 1.; José Ballarín Castán, 25 años, Plaza nº 12; Ramón Pallaruelo Galindo, 48 años, calle San Antonio, nº 3; Ramón Pallaruelo Ballarín, 23 años, vive en calle San Antonio, nº 3.

Más información sobre el tema: "Conductor de carruajes: El Andresón", colaboración de Eugenio y José Antonio López.
(Fotos gentileza de: Hermanos López y Lorenzo Miró