domingo, 27 de agosto de 2023

Apenas nueve días...

 

Recordando

Ha fallecido mi marido. Tenía varios problemas de salud, pero ni él ni yo pensábamos que eran tan graves. Cuando a mitad de julio la médico de cabecera le dijo que tenía que ingresar en el hospital, Luis, en plan de broma le dijo, "me imagino que no será un caso de vida o muerte" y la doctora le dijo "Sí, así es, de vida o muerte". El pensó  que le decía eso para asustarle y presionarle para que fuera al hospital, y yo imaginé casi lo mismo.

Mientras tanto, en los últimos días del mes  de julio se empeñó en ir a Campo 4 ó 5 días, para estar presente en el  recuento  de hueveras que organizamos para el Record Guinness. Estuvo del 20 al  24 de julio y se lo pasó muy bien, aunque confesó que, por primera vez, al llegar a Campo le entró una gran nostalgia y se acordaba de todos los que faltaban y de los momentos entrañables que había vivido allí con la familia y amigos. 

Al volver a Barcelona las cosas se precipitaron, dejó de comer, de beber, de caminar...                                                                                                                                                                                                                                                            El 1 de agosto entró en el hospital, donde estuvo inconsciente en la UCI hasta el sábado 19, que falleció.


Estos días no puedo dejar de pensar en lo  que me dijo mi padre cuando falleció mamá en Huesca. Íbamos solo los dos en el asiento de atrás de un coche que seguía al furgón fúnebre, que conducía el cuerpo de mi madre a Campo. Mi padre  durmió casi todo el trayecto, con su cabeza apoyada en mi hombro. Cuando al fin se despertó y, sin cambiar de posición, me dijo:

 - Ahora comprendo a los artistas de Hollywood.

- ¿Por qué? -le pregunté.

- Porque se casan con dos o tres personas y no tienen tiempo de apegarse a ninguna. Después de estar tantos años con tu madre, al arrancármela de mi lado es cómo si se llevaran la mitad de mi. Yo tiro la toalla, no quiero seguir viviendo sin ella.

Mis padres, cuando mamá nos dejó, llevaban casados 26 años. Luis y yo habíamos pasado 50 juntos... pero aún hay muchas personas a las que quiero, por las que vale la pena despertarse cada mañana.