viernes, 31 de diciembre de 2021

La San Silvestre de Campo

 Empieza con sol y acaba de noche


Hoy, día 31 de diciembre, ha tenido lugar la anunciada carrera de San Silvestre programada para este día. Es el primer año que se celebra en Campo, y ha habido 100 inscritos ¡un éxito! Ha comenzado a las 4 de la tarde, con un sol muy agradable, y ha terminado cuando ya se había ocultado. El recorrido era de dos kilómetros. Hasta la residencia de mayores.















Los ganadores de la prueba han sido:

Categoría femenina.- 1: Kristina Kopecka (Fraga), 2: Martina Serra (Campo), 3: Julia Ballarín (Campo).

Categoría masculina.- 1. Jaime Ayala (Logroño), 2: Beltrán Ayala (Logroño), 3: Javier Lacorte (Campo).

El premio al mejor disfraz se ha concedido al grupo de los renos.

Toda esta información, así como las fotografías, se la tenemos que agradecer a Angel Huguet, que al hacer sus reportajes para el Diario del AltoAragón, no olvida hacernos partícipes de aquello que concierne a nuestro pueblo ¡Gracias, Angel!

El mismo escenario

DIFERENTE PERCEPCIÓN 


Angel Huguet 






Ana Samblancat



domingo, 26 de diciembre de 2021

La fogata no falla


 EN LAS NAVIDADES DE CAMPO







Estas fotos son de diferentes autores, a los que agradecemos que nos permitan compartirlas.

Atención, hay que saber a quién se pide

NO CUALQUIER PERSONA 

CON GORRO ROJO ES PAPA NOEL

                                                                                

Hace unos años, cuando mi nieto mayor tenía cinco, vino con sus padres a pasar la Navidad a casa. El día de Nochebuena por la mañana, me faltaba  comprar todavía algunas cosas y le dije al peque si me quería acompañar. Dijo que sí, así es que nos abrigamos los dos y, al momento de salir, le apeteció ponerse un gorro de Papa Noel que yo le había comprado. Me pareció una idea estupenda.

Cogiditos de la mano, y yo sintiéndome la persona más feliz de la Tierra, empezamos el recorrido. Y pasó lo siguiente:

En cada tienda que entrábamos, como si se hubieran puesto de acuerdo todos, no faltaba nunca una persona, ya fuera cliente, dependienta o quienquiera que fuese, que no dijera al vernos: "¡Hombre! ¡Pero si ya está aquí Papá Noel! ¡Por favor! Acuérdese de lo que le he pedido, ¿eh? que he sido muy bueno".  Aunque había pequeñas variaciones en todas las intervenciones de los amables espontáneos, básicamente decían lo mismo: "¡Pero si está aquí! ¡Que ganas tenía de conocerlo! ¿Se acordará de pasar por mi casa para traernos los regalos? ¡No se olvide! ¡Por favor! ¡Acuérdese, somos cinco!", etc. etc.

Después de haber oído ya cuatro o cinco mensajes, a mi nieto se le fue poniendo carita de pena, y me dijo:

- Yaya, yo me saco el gorro.

- Pero ¡si estás muy guapo! - le dije- y la gente está contenta de verte.

- Sí, pero yo no soy Papá Noel, y estarán tristes si no les llevo los regalos. ¡Y yo no se los puedo llevar! ¡Soy un niño!

Además de guapito, bueno. 

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martes, 21 de diciembre de 2021

lunes, 20 de diciembre de 2021

Paseo nocturno

 Por el pueblo callado





Fotos Carlos Rozas



jueves, 16 de diciembre de 2021

¡A prepararse!

 para la gran cita:



Parece que todavía está lejos, pero ya va a llegar dentro de quince días. Nos referimos a la noche de fin de año. Y para entonces, están organizando en Campo una supercarrera. No es necesario participar en ella corriendo, el que quiera caminar puede caminar. El recorrido será solo de 2 kilómetros, entre el casco urbano y la subida a la urbanización, que será el trozo más duro... No se trata de batir records, sino de celebrar una fiesta todos juntos y despedir el año en la Plaza Mayor, con sorteos y buen humor. Habrá premios para el mejor disfraz individual o grupal.

No os lo perdáis, ¡para Nochevieja todos de marcha! pero ¡marcha marcha!  




sábado, 11 de diciembre de 2021

Lo que ven mis ojos,

 no es lo que yo veo

Parking del Hotel Cotiella

No se puede evitar, cuando uno se va haciendo mayor se vive la vida en paralelo a los recuerdos. Es difícil concentrarse en el presente sin tener en cuenta esos flashes del pasado que se disparan por su cuenta, a partir de un nombre, una imagen, un sonido... Y no podemos hacer nada para acallar esas llamadas de otros tiempos. Suponiendo que quisiéramos hacerlo.  

Cada vez que voy a Campo (¡poco!), tengo que centrarme y ser consciente de que el pan ya no se vende en casa Jacinta, que ya no se puede cruzar de la plaza a la calle de la Iglesia por el pasadizo de casa Aventín o de que si empujo la puerta de la casa de tía Dorita, la encontraré cerrada. Porque eso que ya no existe, es lo primero que me viene a la cabeza, ya que lo tengo supergrabado en mi subconsciente.

Y, con este preámbulo, os contaré qué es lo que veo cada vez que bajo de Campo a la carretera por la variante. 

Veo a mis dos hermanos, Daniel y Fernando, (Rober aún era muy pequeño) y a mi misma, en plan madre superiora, recién salidos de la misa dominical de las 7 de la mañana. En verano vivíamos en la serrería, que siempre llamábamos  "la sierra" (un paréntesis aquí para decir que, cuando me llevaron interna al cole y les decía a mis compañeras que una parte del año vivía en "la casa de Campo", y otra en la "casa de la sierra", las colegas alucinaban y debían pensar, "Pero, esta chica ¿de qué va?",  sin que yo supiera que ambos términos tenían otro significado aparte del que yo les daba). 

Continúo con la historia: teníamos 7,  9 y 10 años y habíamos hecho la Primera Comunión aquél año y, si íbamos tan temprano era porque queríamos ir después al río y si esperábamos a la misa mayor, a las 12,  pues ya no nos daba tiempo.

Cuando llegábamos a la variante, Daniel cogió la costumbre de repetir cada domingo el mismo número. Se subía a la pared que hay bajando a mano derecha, la que va por el lado de casa Veleu hasta el hotel Cotiella. Este muro de piedra al principio no tiene más de medio metro de alto, pero, a medida que el pavimento va descendiendo, la pared va cogiendo altura. Mi hermano, se subía allí y hacía el payasito imitando a un funambulista, diciendo cosas como "Señoras y señores, admiren al gran artista! ¡Observen con que facilidad camina a metros y metros de altura!".  A continuación empezaba "¡Oh! ¡Cielos! ¡Que alto se pone esto! La cosa se complica... Se está poniendo muy muy difícil...  ¡Socorro! ¿Dónde me he metido? ¿Qué hago? ¡no puedo retroceder! ¡no puedo seguir! ¿Cómo salgo de aquí? ¿Me tiro o me caigo? ¿Socorro! ¡Ayuda!" Y al final, él mismo se daba cuenta de que la broma se le había ido de las manos y pasábamos cinco minutos de máxima tensión, hasta que al final, se descolgaba del muro como podía y entonces, empezaba mi sermón, que para algo era la mayor y la responsable del grupo. Ya se sabe: "Eres tonto. Se lo diré a papá. No vendrás más", etc.

Ahora, cuando voy por la variante, veo el muro, pero recuerdo aquellos momentos, y no puedo evitar sonreírme. El "número" tenía su gracia.

Mirar la secuencia de derecha a izquierda

 

jueves, 9 de diciembre de 2021

Lo cotidiano

 en Campo









Fotos gentileza de Ángel Huguet