miércoles, 30 de diciembre de 2009

Aquél fin de año...



1899

¡año especial!




Nos explica Antonio Castel Ballarín, que él había oído contar a su madre cómo se había celebrado en Campo el fin de año de 1899.
Parece ser que se convocó a todo el pueblo en la Plaza Mayor a las 11.30 de la noche del día 31 de diciembre, con el fin de vivir juntos un momento tan especial. Minutos antes de la medianoche, se apagaron las pocas bombillas que componían el tenue alumbrado público, obtenido gracias a la turbina del Molino viejo. Cuando el reloj de la torre de la iglesia tocó las doce campanadas anunciando el final del día, del año y del siglo, todas las personas reunidas prorrumpieron en un sonoro y prolongado aplauso lleno de emoción.
Entonces, se encendieron otra vez las luces de la Plaza !un nuevo siglo acababa de nacer!

El Alcalde de Campo salió al balcón de su casa en la plaza (creemos que se trataba de casa Altemir) y dirigió unas palabras a sus convecinos, llenas de buenos deseos. Y unos músicos, contratados para la ocasión, empezaron a tocar canciones alegres mientras la gente se felicitaba entre si y bailaba contenta.


No hubo uvas, ni cava, ni espantasuegras, pero sí emoción y mucha ilusión por los nuevos tiempos que se vislumbraban.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Imágenes de Campo

En Campo, hoy, 27 de diciembre 2009, todavía había restos de la fogata:






y el cielo estaba así de azul:

 





Fotos gentileza de Angel Huguet Ascaso



sábado, 19 de diciembre de 2009

Navidad





¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!


a los que nos visitáis regularmente

y a los que habéis llegado hasta aquí por casualidad...



os deseamos a todos

LO MEJOR




Si queréis más información sobre las Navidades en Campo, podéis consultar:





La fogata .-











Haciendo pastillos con Carmen.-













domingo, 13 de diciembre de 2009

!No somos únicos!


En un viaje que Daniel hizo por Estados Unidos, se llevó una sorpresa porque, de repente, cuando estaba conduciendo por el Estado de Colorado, pasó por un pueblo con un cartel que ponía:








El Campo que vemos en estas fotos no es, desde luego, el "nuestro" (provincia de Huesca), sino que se encuentra localizado, como hemos dicho, en el Estado de Colorado, en Baca County para ser exactos. El nombre de Baca corresponde al del linaje de una influyente familia que se estableció en aquellos parajes en el siglo XIX, proveniente de México. A México habían llegado los Baca desde España alrededor del año 1600.



Felipe Baca fue uno de los pioneros de la región y, también, un importante legislador territorial, por eso no es de extrañar que le dieran el nombre español de Campo al núcleo urbano que fundaron allí, un lugar llano de las Montañas Rocosas.





Igual tendríamos que hermanarnos...
(Fotos gentileza Daniel González Fuster)


miércoles, 9 de diciembre de 2009

Novedades y... lo que no cambia



Angel Huguet ha estado este fin de semana en Campo y ha recogido con su cámara algunas instantáneas donde se aprecian las novedades que ha encontrado por el pueblo: nuevos carteles para los nombres de las calles y unos faroles estupendos.








También nos ha hecho llegar unas fotos del Turbón, medio oculto por las nubes y ya con algunas nieves, en estos primeros días de diciembre.







(Fotos: Angel Huguet Ascaso, periodista del "Diario del Alto Aragón" y "El Cruzado Aragonés" )


jueves, 3 de diciembre de 2009

Dote de ida y vuelta



Estrechez
de miras...






















Hemos examinado un documento que refiere unos hechos precisos, pero su verdadero significado no lo hemos llegado a entender.
Se trata de un documento notarial titulado "Vendición", que lleva la fecha de 12 de febrero de 1634. Esta escritura de compra-venta explica que Dionisia Serbeto, viuda, le vende a su hermano Pablo Serbeto, todo lo que ella había aportado al matrimonio que había celebrado con Miguel Ceresa, habitante en la casa de Peralta de Campo. Si podríamos considerar dentro de lo "normal", según los usos y costumbres del país, el que Dionisia recuperara todo lo que había llevado a su matrimonio (al abandonar la casa en la que había vivido con su marido), lo que no entendemos es el por qué se lo tenía que vender todo a su hermano...
Es lógico imaginar que había sido el hermano (por haber fallecido ya los padres y ser él el heredero del patrimonio familiar), el que se había encargado de dotarla. Y, se supone, que había hecho un esfuerzo económico para poder darle a su hermana los bienes requeridos que le permitieran hacer un buen matrimonio. Por eso, no costaría ningún esfuerzo comprender, sabiendo cómo funcionaban estas cosas en nuestra sociedad, que una vez que la hermana hubiera recuperado la dote y regresado a la casa paterna, su hermano se hubiera apropiado de lo que le habían dado para casarse. Lo que nos parece extraño es precisamente este acto de venta, en el que Dionisa vende a su hermano absolutamente toda la dote (con cosas personales como puede ser un arca con menuderías, vestidos...). ¿Qué sentido tiene el que ella le venda por dos mil sueldos jaqueses la cantidad de dos mil sueldos jaqueses más todo su ajuar...? Esta operación parece simplemente un recurso legal para que el hermano se adueñe de la dote, pues con este contrato firmado él puede disponer de todo argumentando que lo ha comprado, aunque, de lo que estamos casi seguros es de que ese dinero no lo llegó a cobrar Dionisia, por mucho que ella declare haberlo recibido.
Y antes de examinar el documento en cuestión, queremos señalar que cada vez que se menciona la cantidad de "dos mil sueldos jaqueses" aparece borrada la cifra que venía a continuación, por lo que hemos sustituido ese vacío con puntos suspensivos, como cuando no entendemos una palabra.
Esto es lo que el texto dice:
"Die decimo secundo mensis februaris anno 1634 en el lugar de Campo.
Eodem die et loco que yo, Dionisa Serbeto, viuda rele
cta del quondam Miguel Ceresa, habitante en la casa de Peralta de Campo, atendiente y considerante que el dicho quondam Miguel Ceresa, marido que fue mío y conjunta persona, en y acerca de su matrimonio y mío, haberse hecho y testificado un instrumento público de capítulos matrimoniales en los quales prometió dicha Dionisa Serbeto traher en socorro de ese matrimonio con el dicho Miguel Ceresa la suma de dos mil y ... sueldos jaqueses, una taza de plata, olla de cobre, una cama de ropa, arcas, menuderías, como largamente consta por dichos capítulos matrimoniales a que me refiero y en el dicho pacto ... ante Billacampo, vecino de la villa de Graus, ser habidos y testificados, por ciertos justos respetos.
Y yo, dicha Dionasia Serbeto, al presente día de hoy haberme concertado con el magnífico Pablo Serbeto, mi hermano, por tanto y alias de grado certificada, yo vendo y otorgo a vos el Magnífico Pablo Serbeto, mi hermano, para vos y los vuestros es a saber los dichos dos mil ... sueldos jaqueses, taza de plata de peso de seis onzas, olla de cobre de peso de dos libras, cama de ropa, arca, vestidos, menuderías, según y como consta en dichos capítulos, la declarante todo lo qual os vendo por el precio de dos mil ... sueldos jaqueses, los quales de vos dicho comprador otorgo haber recibido...".
Testigos: Pedro Sorribas y Antón Torrente habitantes en el lugar de Campo".

Así acababa la historia de "lo que pudo haber sido y no fue" para Dionisia Serbeto: sin marido, sin bienes y dependiendo de su hermano, quien, por cierto, hay que reconocer que hizo una buena compra...


(Fotografías de la Torre de Peralta de Campo, gentileza de Angel Huguet)


jueves, 26 de noviembre de 2009

Carretera de Graus a Campo


Poco más de

un SIGLO...



Durante el reinado de Alfonso XII y con el gobierno conservador de Cánovas del Castillo (periodo comprendido entre 1875 y 1884) no se puede negar que hubo mucha "actividad" en el Ministerio de Fomento, pues durante ese periodo se sucedieron en el cargo 17 ministros... Aparte de eso (ceses, nombramientos y tomas de posesión) lo cierto es que se impulsaron las inversiones en obras públicas en todo el territorio nacional.
A Campo también llegaron los efectos de la nueva coyuntura económica y política. En la Gaceta de Madrid, exactamente el 13 de Noviembre del año 1875, encontramos la convocatoria para la subasta pública que se iba a celebrar en el mes de diciembre de ese mismo año, con el fin de dar la concesión de las obras del tramo de la carretera de Graus hasta Campo. Transcribimos algunos párrafos:
"Administración Central. Ministerio de Fomento. Dirección general de Obras públicas.En virtud de lo dispuesto por Real órden de 7 de Setiembre de 1868, esta Dirección general ha señalado el día 10 del próximo mes de Diciembre, a la una de su tarde, para la adjudicación en pública subasta de las obras que faltan ejecutar en la carretera de tercer órden de Barbastro a la frontera, sección de Graus a Campo, en la provincia de Huesca y cuyo presupuesto de contrata asciende a 677.839 pesetas 21 céntimos.
La subasta se celebrará en los términos prevenidos por la instrucción de 18 de Marzo de 1832 en Madrid ante la Dirección general de Obras públicas, situada en el local que ocupa el Ministerio de Fomento, y en Huesca ante el Gobernador de la provincia, hallándose en ámbos puntos de manifiesto, para conocimiento del público, el presupuesto, condiciones y planos correspondientes.
Las proposiciones se presentarán en pliegos cerrados, arreglándose exactamente al adjunto modelo y la cantidad que ha de consignarse previamente como garantía para tomar parte en esta subasta será de 33.890 pesetas en dinero o acciones de caminos, o bien en efectos de la Deuda pública al tipo que les está asignado por las respectivas disposiciones vigentes....".
Una vez acabados los trabajos de este tramo, se prolongó la construcción de la carretera hasta Benasque (más información en nuestra web). La carretera sirvió durante muchos años para que circularan automóviles, camiones, peatones, animales y también para hacerse alguna foto de grupo, ya que no había ningún peligro de atropello, porque sólo pasaba por allí algún vehículo de tanto en tanto, por lo que se oía llegar...


jueves, 19 de noviembre de 2009

¿Qué hacían los críos...


... cuándo no estaban en la escuela?



se divirtían haciendo el "tontorrón"...



... o haciendo música...




... subiéndose a una moto...



... a otra...



... o a una montaña de virutas.





También jugaban a los cartonez, aprovechando las cartas viejas de las barajas.



Y a tantas otras cosas, como todos los niños, de cualquier época y lugar.




jueves, 12 de noviembre de 2009

Prepararse para el frío





El (escaso) calor


del hogar





Así como llegado el otoño se procuraba llenar las despensas y los graneros para poder pasar traquilos los meses de invierno, también había que pensar en hacer acopio de leña y otros combustibles para calentar la casa y alimentar las cocinas.
Hasta los años 60 ó 70 nadie tenía calefacción y en los hogares los únicos focos de calor eran las cocinas de leña. En algunos domicilios se contaba, además, con un brasero o alguna estufa. Estas estufas se alimentaban con serrín, cáscaras de almendras, leña o con cualquier otra materia combustible de la que se pudiera disponer.

Por cierto, que preparar la estufa de serrín tenía su técnica, pues había que "cargar" un cubo con un palo dentro, mientras se iba apelmazando el serrín a su alrededor con otro palo. Cuando estaba lleno el cubo se colocaba dentro de la estufa y entonces se sacaba el palo del interior, procurando que no cayera el serrín por el agujero que había quedado en el medio, pues era por allí por donde tenía que subir la llama.

Antonio Castel nos cuenta que la primera fuente de abastecimiento de las familias de Campo era el Caixigá, de donde se traían las ramas y troncos de los cajigos. También se traía leña de carrasca del monte Naspú y se bajaban cargas de romeros de encima del Gradiello. Toda ella se solía apilar en las entradas de las casas, o se llevaba a la era que había cerca de los domicilios o a los corrales próximos.

Esporádicamente se podía encontrar leña en las "lleras" del río o del Rialgo, pues a causa de las tormentas crecía el caudal y arrastraba troncos y ramas que después quedaban desparramados por su cauce.

Otros modos de aprovisionamiento era comprarles la leña a algunos vecinos de Viu, que la bajaban a vender a Campo, o ir a adquirirla a alguna de las dos serrerías que había en el pueblo, donde se podían obtener trozos de madera de pino, restos de la sierra de troncos cuando se hacían tablas y tablones.
Aunque dentro de las casas los grados de temperatura no eran muchos, el verdadero calor de hogar no solía faltar y cada uno hacía frente al frío como mejor podía: en la mesa, con caldos, sopas, cocidos y algún trago de vino en el porrón, y para vestir, bufandas, toquillas y calcetines y camisetas de lana (de las que picaban) hechos en casa. A la hora de ir a dormir, calienta camas (con brasas), bolsas o botellas de agua caliente, peucos y muchas mantas. Y al mal tiempo ¡buena cara! Había que aguantar el tipo sin dramatizar, al fin y al cabo el invierno son tres meses y pasan volando...





(Foto del brasero de Antonio Castel, las otras dos y el dibujo de la estufa de M. J. Fuster)