sábado, 31 de diciembre de 2022

TRES PAPELES

 

Nochevieja


Hace años, a mis hermanos y a mi nos dijo Lola que cogiéramos tres papelitos cada uno, y que en cada uno de ellos escribiéramos una de estas palabras: REGULAR, BUENO O MALO.  Cuando nos despertáramos al día siguiente, que ya sería el 1 de enero del nuevo año, con los ojos todavía cerrados teníamos que buscar uno de esos papeles y entonces, según el que cogiéramos, sabríamos cómo nos iría el año, regular, bien o mal.

Uno de mis hermanos, dijo que eso era una tontería y que él iba a escribir BUENO en los tres papelitos... y se ahorraba sorpresas desagradables. Yo le dije que eso no valía, que era trampa. Después de un rato de reflexión, mi hermano dijo que escribiría las tres opciones, pero pondría las dos que no le gustaban muy lejos de su alcance, y el papelito con el BUENO cerca, así seguro que sería el primero que pillara...

Otro de mis hermanos llegó a una conclusión extraña: si salía el papel con el BUENO, el año sería bueno, y si salía MALO, no le haría ningún caso, porque ese juego era una tontería.

Entre escribir los papeles y disponerlos estratégicamente debajo de la almohada, se nos hicieron las tantas y mi padre apareció por la puerta para ver qué pasaba y darnos las buenas noches. Disimulamos lo mejor que pudimos, porque sabíamos que eso de la buena suerte y la desgracia no le iba a gustar nada, y nos quedamos dormidos hasta el día siguiente. 

Por la mañana ya no nos acordábamos de los papeles y cuando pensamos en ellos, no sé si SERÍA VERDAD O MENTIRA, todos dijimos haber abierto el primero el papelito con el BUENO.  

Y es que hay que creer en que nos van a pasar cosas buenas, para hacerlas posibles...

 

viernes, 23 de diciembre de 2022

NAVIDAD

 






PARA EL PRÓXIMO AÑO os deseamos lo mejor a todos vosotros, y a nuestro pueblo también. Y queremos acompañar los buenos deseos con estas escenas tan entrañables de Campo en Navidad, cuyo autor es Joaquín Canales Pallarés, 

 

sábado, 17 de diciembre de 2022

Te esperan






HUEVERAS DE NAVIDAD

en el 

MUSEO DE LOS JUEGOS TRADICIONALES DE CAMPO 


                             



Fotos Judith Lacoma

En la sala de la exposición,  podréis disfrutar de una pequeña muestra (tenemos un espacio limitado) de nuestras hueveras preferidas, dedicadas al tema de la Navidad.  


lunes, 12 de diciembre de 2022

Y en los alrededores...

 OTRAS LUCES Y OTROS COLORES









                         

                                                                    Fotos de Angel Huguet 

viernes, 9 de diciembre de 2022

Preparando

 

las NAVIDADES








Fotografías de Angel Huguet. ¡Gracias!

viernes, 2 de diciembre de 2022

1799, 1800 y 1801

APREHENSION UN DÌA DE FRIO


Pleito por un campo (parte I)

No podemos ofrecer en este espacio toda la información que nos da el expediente de aprehensión al que nos vamos a referir, pero procuraremos, al menos, dar a conocer los nombres de los vecinos que intervinieron en este pleito y que habitaron en Campo durante los años 1799,1800 y 1801.

La aprehensión era uno de los cuatro procesos forales privilegiados de Aragón, según se recoge en los Fueros, y consistía en poner bajo la jurisdicción real la cosa aprehendida mientras se justificaba a quién pertenecía. Generalmente proveía el caso el Juez ordinario de cada lugar, aunque también se podía llevar a la Real Audiencia. Veamos, para empezar, el escrito que presenta Antonio Ricarte:



"Antonio Ricarte vecino de la villa de Campo, en mi nombre propio ante Vuesa Merced de dicha villa parezco y alegando violencia, como mejor de derecho proceda.

Digo que yo el exponente de por y uno, cinco, diez, veinte y treinta días y por muchos meses y años continuos por mi y mediante mis causantes dueño y hasta ahora y de presente siempre y continuamente con justo y justísimos títulos y derechos, he sido y soy dueño y verdadero poseedor del fundo y fajo de tierra al fin de este apellido puesta, especificada y confrontada, en ella entrando y de ella saliendo, administrando y cultivándola por mi y por medio de mis factores y criados y otros de mi orden, limpiándola de piedras y estercolándola para sembrarla en este corriente año y percibiendo sus frutos y productos, convirtiéndolos en mi utilidad y beneficio y hacienda y ejerciendo en ella todos los actos y cosas detonantes del verdadero dominio y posesión, y conducientes para el buen cultivo de ella y  que solo los verdaderos poseedores de tales y semejantes bienes suelen, pueden y acostumbran hacer, y esto por lo pacífico y quietamente, y sin contradicción de persona alguna al menos legítima, y a vista y tolerancia de los vecinos de dicha villa y demás, que sabiéndolo han querido como todo constara.

Que sin embargo de ser así lo referido y aunque lo infraescripto no proceda, a mi noticia ha llegado que alguna persona o personas, cuerpos, colegios, capítulos y universidades de hecho y autoridad propia, o de otra manera indebida, quieren molestarme en la posesión que he tenido y tengo del referido fundo y faja de tierra, contra derecho, justicia y razón de que me quede ello, por lo que....".


A continuación, Antonio Ricarte pide en el documento que se aprehenda la faja de tierra en cuestión, hasta que se dictamine sentencia. Dicha tierra estaba en el Llano y confrontaba con campo de Antonio Sierra, campo de Antonio Solana, campo de Raymunda Güerri y campo de Antonio Pallaruelo. Para respaldar la petición de que se le declare legítimo poseedor, Antonio Ricarte presenta algunos testigos del pueblo:

`Anselmo Sierra, de 32 años, que entre otras cosas dijo que lo había visto "arrancando piedras de la dicha faja en este año de orden al dicho Ricarte, a Joaquín Castán, Francisco Costa, alias Blanco, vecino de dicha villa y a Francisco Palacín, vecino del lugar de Murillo de Liena, estos jornaleros de dicho Ricarte, sacar dichas piedras con los bueyes al extremo de dicha faja y cercarla con ellas...".

Josef Abentín, mancebo infanzón y labrador de 24 años. Corroboró la información de Antonio Ricarte y dijo que lo sabía porque era vecino de Campo y había visto dar barrenos a las piedras grandes de la faja a un hombre, ante la mirada del dicho Ricarte, y que sabía que también estaba presente con él Josep María Maestro, cirujano de Campo.

Lorenzo Galindo, labrador y vecino de Campo de 26 años, que entre otras cosas dijo que había visto arar la tierra con un par de bueyes a Antonio Ricarte y también a su mujer, que los guiaba. Y el criado de ámbos, Antonio Carreras llevaba estiércol y descargaba en dicha faja.

Francisco Pallaruelo, de 50 años, labrador y vecino de Campo, que afirmó que había sido testigo junto con Ramón Torrente, vecino del lugar de Sesué, de la escritura de vendición que Juan Barra, herrero y Juan Antonio Cau, hicieron a favor del dicho Antonio Ricarte, cuya escritura recibió y testificó el notario de Campo en el mes de octubre del año 1798.

El 18 de diciembre, el alcalde de Campo, como juez del caso, encarga a dos vecinos labradores, Pedro Altemir y Pedro Ricarte  que procedan a la aprehensión de la tierra y sus frutos. Una vez tomada posesión, el escribano redacta un documento dando cuenta de la misma, que firman dichos labradores. Y, por orden del alcalde, se les pide que encomienden esos bienes a dos regidores del Ayuntamiento, que son los comisarios forales. Sebastián Pallaruelo y Crisanto Costa. De ello da fe el escribano:

"Doy fee yo, el Escribano, haberse hecho la encomienda en la casa de Pedro Ricarte a la que se retiró el Alcalde, testigos y yo, el escribano a calentarnos por haber llegado a dicha villa congelados de hacer la aprehensión, a causa de estar nevando y no poder aguantar el frío en las casas del Ayuntamiento. Y la firmo en dicha villa y día primo calendado".