viernes, 15 de enero de 2021

Los santos barbudos


San Antón, patrón de los animales


San Antonio Abad es uno de los tres santos, llamados los "barbudos" que celebra su fiesta esta semana. La conmemoración de San Pablo tiene lugar hoy, día 15 de enero; la de San Mauro el 16, es decir, mañana, y la de San Antonio el 17.

En Campo se le dedicó una ermita a San Antonio Abad que, con alguna modificación, todavía se encuentra en la entrada sur del pueblo. Y es que, antiguamente, en su fachada se apoyaba un gran arco que cubría totalmente la vía pública. En el lado opuesto a la fachada de la ermita, había un gran banco de piedra, el pedrizo. Los niños se refugiaban allí, debajo del arco, cuando llovía.

Las coplillas del rosario de la aurora dedicadas al santo dicen así:

"De desgracias los fieles cristianos

Antonio, gran santo, dignaos librar,

ya ves cómo esta cristiana villa

 te honra en esta día

con solemnidad.

Hay que gracia que alcanza del Cielo

el cristiano pueblo, San Antonio Abad,

que por amor a Jesús querido,

se apartó del siglo a la soledad."


Según nos cuenta Antonio Castel en su libro "Devociones y actos litúrgicos de Campo (Huesca). Tomo 1",  la celebración de la fiesta de San Antonio, el día 15 de enero, en realidad ya comenzaba el día anterior por la tarde, con el rezo del santo rosario en la ermita del santo.  Para la ocasión, la imagen del santo era profusamente adornada con flores por las vecinas de la calle San Antonio.

Lloviera, nevara o hiciera sol, a las doce de la mañana del día 17, se organizaba la procesión con la imagen del Santo desde la ermita hasta la iglesia parroquial, donde se celebraba la misa. Allí se quedaba la imagen durante una semana.
Después de la misa, unos niños con capazos o canastas y acompañados por una persona del Ayuntamiento, pasaban por todo el pueblo, casa por casa, para pedir la colaboración de los vecinos. Y estos respondían con lo que tenían a disposición, ya fuera unas longanizas, tortas, botellas de vino, licores, frutos secos, ropas, etc.
Después de comer, ya por la tarde, se procedía a la subasta en la Plaza Mayor, que era muy concurrida, especialmente de hombres y niños, que venían incluso de los pueblos vecinos. Y es que se le tenía mucha devoción al santo, no en vano era el patrón de los animales, base de la subsistencia, junto con la agricultura, de nuestros pueblos.  Lo recaudado en la subasta era destinado al mantenimiento de la ermita.
  
Arco de San Antonio. Dorita Brunet en bicicleta 


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