En todas las casas del pueblo había alguna estancia que cumplía las funciones de despensa, granero, bodega, rebost... El nombre y el espacio del habitáculo destinado a almacenar las provisiones para la alimentación de la familia, variaba según el tamaño e importancia de la casa y, desde luego, no era lo mismo la bodega que el granero, pero todos prestaban el mismo servicio: el almacenamiento de víveres.
- Un saco de patatas, que íbamos reponiendo a medida que se acababan, pues la recolección entera se dejaba en la caseta del huerto.
- Tampoco faltaban las cebollas, que se depositaban en una canasta grande
- los ajos, colgados en la pared en ristras
- las manzanas, colgadas del techo con cuerdas
- algunos racimos de uvas
- un saco de nueces del molino viejo y otro del Nugueret (unas eran gordas y las otras pequeñitas y redondeadas)
- pimientos adobados en vinagre
- olivas en tinajas con agua del río
- judías que habíamos sacado nosotros de las vainas
- un par de saquitos de tela con orejones de melocotón (que se habían secado al sol)
- alguna calabaza para hacer cabello de ángel
- tarros de confitura de melocotón, mermelada de tomate...
- una tinaja grande con aceite (que habíamos comprado)
- alguna botella de vinagre, obtenido de algún vino agriado o que se había picado
- al menos, un par de toneles de vino, uno para diario y otro bueno
- leña cortada para la cocina
- serrín para las estufas
sin olvidarnos del "herbolario":
- ramitos de laurel
- anís en grano
- manzanilla...
sin olvidarnos del "herbolario":
- ramitos de laurel
- anís en grano
- manzanilla...

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