Presentación en sociedad

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de las Lupitas

Vicki Fuster desde hace unos años vive en Mallorca. En estos últimos meses ha encontrado un poco de tiempo libre para dedicarse a una actividad muy especial: crear y confeccionar unas muñecas a las que ha bautizado con el nombre de "Lupitas", y a las que ya ha dedicado un blog.

Pero ¿cómo se le ha ocurrido a Vicki fabricar estas criaturas? Pues nos cuenta que todo empezó inocentemente. Resulta que el pasado mes de enero se le rompió un collar de cuentas muy gordas y, recicladora que es ella, pensó ¿qué podría hacer con estas bolas? entonces, con un alambre que tenía por casa, empezó a formar la estructura de una muñeca y aprovechó las cuentas del collar para hacer las cabezas. Gracias a una concienzuda inspección por los armarios de su casa, Vicki consiguió aprovisionarse de trocitos de puntillas, de pequeños retales de telas nuevas, de trocitos de ropas fuera de circulación, etc., con lo que ya dispuso del material para los suntuosos vestidos y los múltiples accesorios que lucen sus Lupitas. Sólo faltaba ponerse manos a la obra, y eso es lo que hizo.

Antes de ponerse a confeccionar esos sofisticados modelos, de todos modos, hay que dar rienda suelta a la imaginación y pensar cómo y de qué se va a vestir a la criatura. Pero como a nuestra creadora imaginación no le falta, cualquier cosa le sirve de inspiración (invitada a una boda real o a los premios Goya, "Lupita jeans", de escocesa, Chanel, pic-nic, etc.)
Cuando empezó, darle forma y vida a estos seres, a Vicki le costaba hacerlos una hora y media de su tiempo. Ultimamente, y dado que ha empezado a organizar el trabajo "en cadena", los hace en menos tiempo. Como ya se le han acabado las cuentas del collar que usaba como cabezas, ahora compra bolitas de madera especiales para ese fin.

No hemos explicado que estas Lupitas están provistas de un imperdible y se utilizan como broches. Los primeros ejemplares presentados en sociedad, tuvieron tanto éxito que muchas personas le hicieron encargos y ya ha conseguido vender bastantes. Ahora está haciendo stock para poder acudir a ferias de artesanía. Muchas de las que hace por encargo están dedicadas a profesiones: enfermeras, azafata, cocinera. También tiene en proyecto hacer una baturra ¡todo un reto!

Aunque, honestamente, encuentro que las Lupitas no son unos bellezones, lo que no se puede negar es que son muy divertidas y tienen mucho encanto. Además, en cada una de ellas, que es única, se advierte la ternura con la que ha estado hecha. Por cierto, que muy pronto alguna de ellas visitará Campo, la patria chica de sus ancestros.

A Vicki y a sus chicas les deseamos mucho éxito.

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