miércoles, 11 de julio de 2012

Oficio: albañiles y canteros


Piedra a Piedra


Para conocer un poco a las personas que trabajaron cómo albañiles en Campo, transcribimos a continuación la información que Antonio Castel nos ofrece en su libro, donde recoge el testimonio de la Sra. Joaquina Bellera Puyalto. Joaquina explica en su relato cómo era el trabajo de su abuelo, de su padre y su hermano, todos ellos dedicados al oficio de albañiles.  Dice así:
"Los Bellera.- Mi padre se llamaba Sebastián Bellera Cabelet, mi hermano también se llamaba Sebastián, aunque le llamábamos Sebastiané para distinguirlo de mi padre. Mi padre y mi hermano realizaron toda clase de trabajos de albañilerá. Trabajaban muy bien la piedra, como quedó demostrado en los preciosos sillares de la central del Gradiello. ¡Cuántas veces le subí la comida a mi padre cuando trabajaba aquellas piedras!
Otra obra fue la casa del señor José de Cambra, de hermosa fachada de piedra picada. También te diré que después de salir de la escuela, le traía el agua en dos calderillas, casi no las podía llevar desde la fuente que había en la fachada de casa de Sermo.
Aún te podría citar varias obras más que hicieron mi padre y hermano. como la "caseta de Francheta" y la casa del Molinero, al lado de la carretera y muchas más, que sería largo enumerarte.
Siempre había en casa cinco o seis aprendices. Casi todos los albañiles de Campo aprendieron con ellos y todos los de los pueblos vecinos. Los forasteros residían en casa, como se dice hoy día, a pensión completa. Hasta les lavábamos la ropa, así es que tanto mi madre como yo estábamos bien entretenidas.
En algunas ocasiones cobraban el trabajo realizado en especie, es decir: tocino, trigo y hasta alguna cabra sirvió para este fin. Como la gente andaba escasa de dinero en aquellos tiempos, algunos quedaban a deber, al terminar decían "ya nos veremos"... Pero pagaban todos, más pronto o más tarde".
Antonio Castel también nos da información sobre: 
Don Antonio Ariño, cantero de fama.- Hubo varios canteros que trabajaron con primor la piedra, que luego usaban para  obras importantes, y dieron diversas finalidades a la piedra picada. Empezaremos diciendo que el señor Ariño era persona excelente de trato, siempre estaba de buen humor y con la sonrisa en los labios, Profesionalmente era un buen cantero y trabajador incansable. Sus herramientas inseparables que llevaba dentro de un saco, eran: la escuadra de hierro, la plomada, el nivel y un grueso lapicero  tras la oreja derecha  que le acompañaba siempre".
En el Listado de Vecinos del Municipio de Campo de 1890, figuran los siguientes albañiles y cantero: Francisco Ballarín Mur, 31 años, albañil; José Cereza Mur, 44 años, albañil; Ignacio Mugarza Ariaaga, 53 años, cantero;  Jacinto Muzás Samblancat, 34 años, albañil.
En el Censo Electoral de 1904 aparecen mencionados como albañiles: Antonio Ariño Naval, de 5 años, vive en la c/ la Iglesia, nº 14; Francisco Ballarín Mur, 46 años, c/ la Iglesia, nº 15; Sebastián Bellera Costa, 40 años, c/ la Iglesia, nº 33; José Cereza Lacorte, 32 años, c/ San Antonio, nº 6.
En el Censo Electoral de 1930, encontramos a: Ramón Abad Canales. c/ Prior, nº 61; Miguel Abad Mora, 32 años, c/ Nueva, 16; Baltasar Alós Costa, 45 años, c/ la Iglesia, nº 19; José Ballarín Aventín, 40 años, c/ Iglesia, nº 7; Ramón Ballarín Mur, 36 años, c/ la Iglesia, nº 9; Sebastián Bellera Cabesut, 38 años, c/ la Iglesia, 22; Sebastián Bellera Costa, 83 años, c/ la Iglesia, 22; Ramón Castillo Pansano, 34 años, c/ la Iglesia, nº 13; José Ceresa Lacort, 60 años, c/ San Antonio, 11;  Antonio Costa Puy, 36 años, c/ la Iglesia, nº 14; Jesús Abad Mora, 23 años, c/ Prior, nº 6.  

(Fuente: Antonio Castel y Censos Electorales. Fotos gentileza de Antonio Castel: 1ª): Herramientas de la familia Bellera. 2ª): Casa de D. José Canales; 3ª): Base de la Cruz.

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