Los puentes de Murillo y de Campo, aunque no se parecen en nada, son fruto entre otras cosas del mismo ingeniero, del mismo constructor, del mismo director de obras y seguramente de los mismos canteros gallegos. Empezaron a construirse en la misma época y se abrieron a la circulación el mismo día. Desde que se empezó todo el proceso para su realización, con el anuncio de la subasta para la construcción de ámbos puentes (por un precio unitario), hasta el momento que se dieron por terminadas las obras, pasaron cuatro años. En el artículo que transcribimos se da cuenta de las pruebas realizadas para verificar que todo estaba bien.
"El Diario de Huesca"
Carta de Campo, 10 de Mayo 1895
El día seis del corriente mayo, el ilustrado ingeniero D. Blas Sorribas, acompañado del ayudante de Obras públicas, D. Jerónimo Jimenez, recibió provisionalmente los dos grandes y hermosos puentes de Murillo y Rialvo de la carretera de Barbastro a la frontera.
En el primero, por ser de tramos metálicos, se hicieron las pruebas consiguientes, dando todas ellas resultados magníficos, acusando los tramos la flecha necesaria, sin que se notara en la parte metálica ni en la de fábrica movimiento alguno que indicara falta de estabilidad o defecto de construcción.
El puente de Murillo, último proyecto de puente de hierro del inteligente ingeniero D. Joaquín Pano, consta de seis magníficos tramos de vigas rectas de 25,3o metros, que descansan sobre cinco esbeltas pilas que hacen del puente una vista muy agradable, componiendo con las avenidas un total de 160 metros de longitud. El de Rialvo obra de fábrica, podría sevir de modelo en esta clase de construcciones, proyectado por el mismo Sr. Pano, consta de dos arcos de medio punto de 16 metros de luz y dos grandes muros de acompañamiento haciendo un total para la longitud del puente de 80 metros.
Se han construido los tramos metálicos en la casa constructura que el contratista D. Juan Torras Guardiola tiene establecida en Barcelona, y la dirección de las obras ha estado encomendada al inteligente joven D. Ulderico Torras.
Damos pues la enhorabuena al ingeniero encargado Sr. Sorribas; al contratista D. Juan Torras, que, estando sobradamente reputado como buen constructor por sus muchas y valiosas obras de hierro, ha conseguido que éstas estén a la altura de su nombre; al director de las obras D. Ulderico Torras, que ha dado muestas de su actividad venciendo cuantos obstáculos se le han presentado para convertir en realidad el pensamiento del autor del proyecto; y al país en general, que cuenta desde dicho día con dos obras que honran a sus autores. P.M.H.".
Para medir la magnitud de estas dos obras y el impacto que causaron entre nuestros paisanos, hay que recordar que en aquellos años todavía los automóviles que circulaban eran de tracción animal, y que las vías de circulación no eran lo que son ahora. Mi abuelo, Juan Brunet, nacido en 1886, aún hablaba con admiración del puente del Rialbo, que tanto había facilitado los viajes que hacía en tartana de Campo a Barasona, para comprar vino.
(Fuente: Hemeroteca "Diario del Altoaragón"; Ernesto Baringo. Fotos gentileza de Ernesto Baringo. nº 1: Puente de hierro de Morillo de Liena; nº 2 y 3: Puente del Rialbo (Rialgo), en Campo.
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