martes, 25 de enero de 2011

Mutualidades escolares



Labrarse



un futuro

Las Mutualidades escolares se crearon a principios del siglo XX. Por un Real Decreto publicado en la Gaceta del 14-7-1911, se sentaron las bases de este sistema de ahorro escolar y, mediante Real Orden del 11-5-1911, se aprobó el reglamento que las regía. Estaban dirigidas a todos los jóvenes, desde su ingreso en el centro de enseñanza hasta los 25 años de edad, estableciéndose la obligatoriedad de las mismas por todo el territorio nacional.

¿Cuál era el objetivo de estas Mutualidades? fundamentalmente se perseguía un bien económico para los alumnos pues, con la contribución que hacían mediante pequeñas cuotas a lo largo de todo el periodo de su educación, se pretendía dotarlos posteriormente de un pequeño capital. Esta aportación, aunque modesta, les permitiría, por ejemplo, iniciar una actividad profesional con cierto desahogo. Además, se trataba de hacer más responsables a los escolares, que estaban representados en las Juntas a través de delegados elegidos en clase y participaban en algunos trabajos administrativos de las Mutualidades.

Otro objetivo de las Mutualidades era fomentar entre los alumnos el hábito del ahorro, inculcándoles la importancia de la previsión y el esfuerzo. Además, la Mutua acudía en socorro de los afiliados que pasaban apuros por alguna circunstancia adversa.

Pese a la propaganda estatal, su implantación se llevó a cabo muy poco a poco y en la provincia de Huesca el año 1916 se habían creado sólamente 3 Mutualidades y nada más que una en el año 1917. En Campo se inauguró este sistema de previsión en el año 1920, el mismo año en que se estrenaron los edificios nuevos de las Escuelas. Del 4 de febrero de ese año de 1920 es la siguiente reseña publicada en "El Ribagorzano", que ofreceremos en este blog en dos entregas dada su extensión.


MUTUALIDADES ESCOLARES EN CAMPO



"Obedeciendo a las indicaciones que su reciente visita a dicha villa hizo el digno inspector de Primera enseñanza D. José Galisteo, organizóse el solemne acto de la fundación de las Mutualidades escolares en las Escuelas nacionales que dirigen los celosos y competentes maestros de esta localidad D. Cándido Puyal y Doña Manuela Gil, acto de recuerdo imperecedero que tuvo lugar el Domingo de Pascua de Resurección a las dos de la tarde y que tan alto pone el nombre del Sr. Inspector, de sus inteligentes organizadores, celosas autoridades, así como el prestigio, justamente ganado, del vecindario de esta importante y culta villa situada al pie de la ingente mole de Turbón, coronado de nieves sempiternas, cabe las poéticas riberas del bullicioso, industrial y fecundante Esera.

En los trabajos preliminares llevados a cabo por los Sres. Maestros citados cooperaron, también, eficazmente las muy dignas autoridades asesoradas por el inteligentísimo y probo funcionario Sr. Boya, Secretario del Ayuntamiento. La Corporación Municipal no perdonó medio de contribuir al mayor esplendor de una fiesta que significa progreso y bienestar tanto en el orden material como en el orden moral. La concurrencia.- Puede afirmarse, sin que pueda tachársenos de exagerados, que toda la población acudió en masa con orden y compostura admirables a escuchar de labios del competente maestro de Graus Sr. Alvarez, el elocuentísimo discurso saturado de sana y magistralmente expuesta doctrina sociológica. En el salón escuela, incapaz para contener la muchedumbre que se situó en la plaza, presidieron las dignísimas autoridades civiles y militares, dando al acto realce con su presencia.

Como es lógico presumir, no debían faltar un buen número de maestras y maestros dispuestos a ir siempre allí donde las circunstancias reclaman su presencia.

La nota más simpática la dieron las señoritas maestras de los pueblos circunvecinos, que con su incomparable belleza y discreción sin líimites, hicieron corriera velocísimo el tiempo que en tan amable compañía nos fue dado permanecer.
Entre ellas recordamos haber visto a la señorita Antonia Camino, de Barbaruens; Francisca Puente, de Senz y Viu; Aurelia Bravo y hermana de Foradada, sirviendo de marco al cuadro formado por estas beldades, Doña Manuela Gil, de Campo y Doña María Barcos, de Navarri, respetables señoras que asistieron en compañía de sus respectivos esposos.
El Magisterio del sexo fuerte estaba representado por los Sres. siguientes: Alvarez, de Graus; Bailín, de Torre de Esera; Casasús, de El Món de Perarrúa; Rivas, de Murillo de Liena, Pesquer, de Arués, Ascaso, de Las Vilas de Turbón.

No respondemos de no haber incurrido en omisiones, si se tiene en cuenta cuán intensa sea la emoción experimentada. Aún dura en nuestra retina la imagen producida por el espectáculo que ofrece un pueblo que se agolpa en masa, ávido de imbuirse en las modernas ideas mutalistas que han de salvar a nuestra querida patria, colocándola a la cabeza de las naciones más prósperas.




(continuará...)



(Agradecemos a J. A. López el que nos haya hecho llegar el texto transcrito. Fotos: Escuelas de Campo y Profesor y Alumnos de las Escuelas. Esta foto no está datada exactamente, pero calculamos que es de 1922/24).

2 comentarios:

  1. ¡Qué interesante es la historia de Campo! ¡Qué apasionante debe ser investigar sobre esos temas!

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  2. Me alegro que te guste, Greg. Gracias por decirlo.

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