En BURDEOS, hacia CAMPO
A principios del siglo XX, un paisano nuestro murió probablemente solo y, desde luego, muy lejos de su casa.
Consultando la Hemeroteca de "La Vanguardia" hemos visto publicado en el número correspondiente al 30 de Octubre de 1900, en un apartado dedicado a los "Periódicos oficiales", una escueta nota que dice así:
"Estado.- Anuncio participando el fallecimiento en Burdeos de José Aused Morancho, natural de Campo (Huesca) y en Río de Janeiro de Félix Grau, de Villafranca del Panadés (Barcelona)".
Todas las gestiones que hemos llevado a cabo para encontrar más información sobre este asunto, con la amable colaboración del Consulado de Burdeos, han sido en vano, pues no hemos conseguido saber nada más. Las averiguaciones en los Archivos municipales del Ayuntamiento no nos han aportado ningún dato.
Lo que sí que hemos podido saber es que, a finales del siglo XIX y principios del XX, muchos españoles que habían intentado la aventura americana emigrando a algun país del Nuevo Continente, donde pensaban encontrar una vida mejor, volvieron al cabo del tiempo con menos fortuna de la que tenían al partir, pues habían perdido lo único que tenían, la salud y la esperanza. Al llegar al puerto de Burdeos, muchos de ellos no tenían ni siquiera dinero para emprender el camino de regreso a casa. Entre estos desesperados, algunos de los más decididos se dirigían al Consulado Español pidiendo ayuda, otros, se dejaban morir en cualquier parte, sin fuerzas para seguir el recorrido hacia su familia y su pueblo.
No sabemos si José Auset Morancho hizo las Américas o se limitó a emigrar a Francia. Lo único que conocemos de él, además del lugar de su muerte, es a algunos miembros de su familia: su padre, José, había fallecido en el año 1863; la madre, Raymunda, había muerto anteriormente. María, una de las hermanas de José Auset Morancho, se había casado el 7 de marzo de 1859 con José Sillés Mur y otra hermana, Ramona, lo había hecho con Antonio Ricarte Mur.
Nos gusta pensar que, gracias a este blog, José ahora ya está entre sus paisanos.
Emocionante historia, aunque no tenga todos los detalles ... la de historias que faltarán por completar y que cuando te las cuentan con esta cercanía te tocan como si los conocieras.
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