Recordando
Ha fallecido mi marido. Tenía varios problemas de salud, pero ni él ni yo pensábamos que eran tan graves. Cuando a mitad de julio la médico de cabecera le dijo que tenía que ingresar en el hospital, Luis, en plan de broma le dijo, "me imagino que no será un caso de vida o muerte" y la doctora le dijo "Sí, así es, de vida o muerte". El pensó que le decía eso para asustarle y presionarle para que fuera al hospital, y yo imaginé casi lo mismo.
Mientras tanto, en los últimos días del mes de julio se empeñó en ir a Campo 4 ó 5 días, para estar presente en el recuento de hueveras que organizamos para el Record Guinness. Estuvo del 20 al 24 de julio y se lo pasó muy bien, aunque confesó que, por primera vez, al llegar a Campo le entró una gran nostalgia y se acordaba de todos los que faltaban y de los momentos entrañables que había vivido allí con la familia y amigos.
Al volver a Barcelona las cosas se precipitaron, dejó de comer, de beber, de caminar... El 1 de agosto entró en el hospital, donde estuvo inconsciente en la UCI hasta el sábado 19, que falleció.
- Ahora comprendo a los artistas de Hollywood.
- ¿Por qué? -le pregunté.
- Porque se casan con dos o tres personas y no tienen tiempo de apegarse a ninguna. Después de estar tantos años con tu madre, al arrancármela de mi lado es cómo si se llevaran la mitad de mi. Yo tiro la toalla, no quiero seguir viviendo sin ella.
Mis padres, cuando mamá nos dejó, llevaban casados 26 años. Luis y yo habíamos pasado 50 juntos... pero aún hay muchas personas a las que quiero, por las que vale la pena despertarse cada mañana.
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