domingo, 19 de mayo de 2013

Otra versión de la misma visita (2)


(continuación)


Después de los discursos del alcalde de Huesca, señor Vicente Campo, tomó la palabra don Manuel Banzo, presidente de la Diputación Provincial y jefe provincial de Unión Patriótica, que, según refiere el periodista "Terminó su charla diciendo que el principal adorno en el acto, como en todos, era la presencia de la mujer de Campo, a la que, con un lenguaje florido y puro, dedicó un bellísimo canto. Fue muy ovacionado".
Habló también el señor don Federico Jiménez del Yerro, que dirigió a los asistentes unas breves palabras para saludar y agradecer en nombre de su compañero señor Lozoya y en el suyo propio, las atenciones recibidas. Dijo que siempre estaría a disposición de los hijos de Campo, con quien llevaba diez y siete años de amistad. A continuación tomó la palabra don Fernando Rivas García, el gobernador homenajeado. La crónica continúa:
"El banquete.- En el Centro de Unión Patriótica, muy bien servido por don Antonio Puertas, se obsequió a los asistentes al acto con un banquete de exquisito menú.
Hizo el ofrecimiento del mismo el cura párroco señor Español, quien en bellos párrafos elogió la intervención del señor gobernador y de los señores Jimenez del Yerro y Lozoya y dio las gracias a las autoridades y acompañantes oscenses por haber asistido a las funciones religiosas de la mañana".
Y después de nuevos discursos, en esta ocasión del sr. Danés, doctor de Barcelona y de don Manuel Banzo, tomó de nuevo la palabra el señor don Fernando Rivas para agradecer todas las muestras de afecto y, entre otras cosas, dijo que "La villa de Campo con el acto de hoy, ha entrado en la mayor edad de los pueblos vivos"...
El periodista termina así su reportaje:
"La obra de la Naturaleza y la obra del hombre: En marcha. La carretera que continúa desde Campo a Benasque es algo repleto de bellezas naturales, de un aspecto encantador que es solaz al espíritu recreándolo en la contemplación de tanta maravilla.
Hermanada al Esera, se extiende la cinta polvorienta de la carretera. Parece como si este paralelismo en el trazado fuese declaración de que el río y la carretera "sean unos excelentes amigos". Y no hay tal; porque el río, obligado a correr por un cauce estrecho, de márgenes formadas por acantilados formidables, con alguna frecuencia saca su soberbia, se siente indomable, y con un furor enorme lanza sus aguas a la carretera, que sufre grandes desperfectos; pero la mano del hombre está pronta a salvar esos destrozos y, de nuevo, reforzar el firme de la carretera y con una tenacidad digna de todo encono, repara la obra de destrucción del Esera".


(Foto: el Esera a su paso por Campo, mjfuster)


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