miércoles, 29 de febrero de 2012

Accidentes de circulación



Noticias aparecidas en la prensa...
"El Diario de Huesca", 15 de Julio de 1913.- Un ciclista despeñado: En el Gobierno civil se han recibido noticias dando cuenta de un sensible suceso. Un joven llamado Joaquín Ballarín Vidal, natural y vecino de Seira, marchaba desde este pueblo con dirección a Campo, por la carretera de Barbastro a Benasque. Al llegar al kilómetro 72 debido a la excesiva marcha que supónese llevaba y a lo pronunciado de la curva que la carretera hace en aquél lugar, el joven ciclista cayó con la máquina por el pretil, yendo a parar al río Esera, donde fue encontrado su cadáver. La profundidad del precipicio por donde la víctima de este grave accidente se despeñó es enorme. El desgraciado Ballarín contaba veinticinco años de edad y era casado.
"La Vanguardia", 24 de Noviembre de 1917.- "Huesca: Cerca de Seira el ciclista de 30 años de edad del pueblo de Campo llamado José Sesé y Ribas, ha sido arrollado por un automóvil. Su estado es grave. El chofer ha sido detenido. Los viajeros auxiliaron al herido llevándolo a su domicilo".




El Diario de Huesca", 17 de Noviembre de 1928. "Choque de una tartana y un automóvil. Cerca de Seira chocaron una tartana y un auto. El conductor de la primera, José María Peiret, de Campo, resultó con heridas de alguna consideración en una pierna".

"Nueva España", 22 de febrero de 1964. "Colisión de dos vehículos. En la carretera de Barbastro a Benasque, en el punto kilométrico 71, han colisionado los camiones HU-17.472 conducido por su propietario Antonio Guinaliu Perna de 24 años de edad, residente en Capella y el de matrícula M-286.692 conducido por Lucas Castillo Fernández, de 35 años de edad, vecino de Campo. Ambos conductores manifestaron que el accidente fue debido al mal estado de la carretera por causa de la nieve helada, influyendo también la poca visibilidad, ya que ocurrió en una curva. No hubo desgracias personales, aunque los vehículos resultaron con daños de consideración".
"Nueva España", 6 de julio de 1966. "Dos heridos al caer un camión por un terraplén. En la carretera de Campo a Ainsa, en el punto kilométrico 6, el camión HU-19.710 se salió de la calzada y cayó por un terraplén. Resultaron heridos el conductor del vehículo Martín Cavero, de 35 años, vecino de Tierrantona y su acompañante Alejo Palacín de 24 años, vecino de Campo.



(Fuente: Hemeroteca Diario del Altoaragón. Fotos gentileza de: "Carretera de Campo a Seira" de Hnos. López; Camión, M. J. Fuster).

domingo, 26 de febrero de 2012

Bromas




de buen "gusto"...





El día 20 de Agosto de 1960, en el apartado de "Sucesos en la provincia" del periódico "Nueva España", junto a la información que daba cuenta del fallecimiento de dos jóvenes que perecieron ahogados en el río Gállego y un robo en la ermita de la Virgen de Chalamera, encontramos esta noticia:

"Hurto de pollos: Al vecino de Campo, Joaquín Samblancat, le sustrajeron dos pollos de un cobertizo. Practicadas las gestiones pertinentes, dieron por resultado el saber que eran los autores varios jóvenes, entre ellos un familiar del dueño, que queriéndole gastar una broma y merendar a su costa cometieron el hecho, sin violentar puertas de ninguna clase".






miércoles, 22 de febrero de 2012

El oficio de pastor


Una historia de Navidad


Joaquín Ballarín Pocino cuidaba del rebaño de su familia con dedicación y cariño, que queda bien patente en la historia que le contó a Antonio Castel y que éste nos ofrece en su libro sobre Campo. Dice así:
"El pastor y la Nochebuena.- La tarde del veintitrés de diciembre de mil novecientos setenta y cinco había sido intensamente fría; sobre las cinco de la tarde empezó el día a despedirse. De un cielo plomizo descendía una gélida lluvia mezclada cn copos de nieve; la humedad no permitió que la nieve cuajara en el monte.
Camino hacia casa: Joaquín arreó el ganado con cierta celeridad hacia el corral; apenas entró el rebaño, se dio cuenta inmediatamente: faltaba una oveja. Las contó y volvió a contar para cercionarse bien, no había duda, salía una de menos. Pensó enseguida: se habrá quedado en Naspún, al lado de alguna carrasca, donde habrá tenido la cría. El instinto de los animales es muy acusado, la oveja no abandona al hijo recién nacido, permanece junto a él protegiéndolo y, en su caso, defendiéndolo. Aquél día 23 no daba más de sí, la noche se echaba encima rápidamente, la fría lluvia aumentaba por momentos. Tanto el Caixigá como Naspún quedaron envueltos por la lluvia y la niebla. Mañana, se dijo Joaquín, saldré en busca de la oveja y del cordero.
Búsqueda: Al día siguiente, veinticuatro de diciembre, Nochebuena, salió hacia el lugar del pastoreo del día anterior. El inclemente tiempo seguía igual. Partió de casa con el zurrón al hombro y e palo de pastor en la mano, como de costumbre. Enfiló el camino del otro lado del río, escaló el tozal de las Parcions recto hacia arriba, tomó el camino de Naspún, suave y fácil, una vez arriba se internó en el carrascal.
Hallazgo: Llamó varias veces a la oveja por el nombre genérico, se internó y anduvo entre encinas, arbustos y matas; de pronto contemplónel espectáculo: protegida por un matorral estaba la oveja, tras ella un corderillo negro recién nacido; delante de los dos, una astuta zorra iba de un lado para otro intentando colarse y arrebatarle al recíen nacido. La madre lo defendía con valor, cabezazo a derecha e izquierda, siguiendo la dirección de ataque de la ladina zorra que no cejaba en su empeño de arrebatarle al recién nacido.
Defensa: Joaquín no dudó un momento, tomó el palo por una extremidad y... no le dio tiempo, el zorro, al apercibirse, huyó perdiéndose en el espeso encinar. Agarró el cordero por las patas delanteras, la madre le seguía detrás solícita. Desde lo alto de Naspún contempló aquél pueblo que dentro de pocas horas celebraría la Nochebuena. Pronto encenderían la Fogata de la Plaza.
Dejó constancia: El, antes de abandonar Naspún, quso dejar constancia del día y del hallazgo del cordero: sacó la estraleta del cinto, subió a una carrasca y la podó, dejándola en forma de copa redondeada y pulida. Siguió nuevamente el camino de regreso, mirando varias veces hacia lo alto de la montaña, en la línea divisoria de cielo y monte, distinguió la carrasca que acababa de podar ¡que bonita aparecía significándose de las otras! Llegó al pueblo, dejó la oveja y cordero en el corral con el resto del rebaño, al entrar todas las ovejas levantaron la cabeza en señal de saludo. Fue a la Plaza y se acercó a la Fogata que estaba muy concurrida, calentó las manos que tenía muy frías y contó lo que le había acontecido- "Todos los años, comenta Joaquín, el veinticuatro de diciembre subo y retoco un poco las ramas de la carrasca, se ve muy bien y se distingue de las otras perfectamente. Mira, es aquella que aparece un poco solitaria". Miré hacia Naspún y divisé la carrasca que me decía Joaquín y que había podado la tarde de una Nochebuena. Es una fecha, me dice, que no puedo olvidar".

(Fuente: Antonio Castel. Fotos gentileza de Pedro "el Pastor", autor de la de Joaquín Ballarín contemplando el pueblo y la de él mismo con el rebaño. El Monte de Naspún, de Manuel Garanto. La Fogata de Nochebuena, de Pepe Garanto).

domingo, 19 de febrero de 2012

Profesión y vocación: Médico



Campo durante la pandemia de gripe de 1918



En el año 1918 se declaró una gran epidemia de gripe por todo el mundo, a la que se dió el nombre de gripe española, probablemente porque en España fue en uno de los lugares donde más noticias y comentarios se dieron sobre el tema, ya que en los países beligerantes en la Primera Guerra Mundial estaba censurado hablar de ello. Se estima que entre 1918 y 1919 murieron más de 50 millones de personas. Gracias a un artículo publicado en "El Diario de Huesca", el 12 de Diciembre de 1918, podemos saber cómo se vivieron en nuestro pueblo aquellos dramáticos acontecimientos:"Aun cuando la Prensa se ha ocupado poco de la epidemia reinante en esta villa, no por eso ha sido la villa de Campo una de las menos visitadas por la ingrata huésped. Pocas casas se han visto libres de sus molestas caricias y, en algunas, por desgracia, ha dejado triste huella de su paso. Pero gracias a la Divina Providencia, podemos jactarnos de que hasta la hora presente ha sido uno de los pueblos en que si bien fue crecido el número de atacados, en cambio fue muy reducido el de defunciones. Según la estadística médica, desde las primeros días de Septiembre en que apareció la epidemia hasta la fecha han sido unos 1.200 los atacados, con unas sesenta defunciones, pues cuando en este tiempo han ocurrido más enterramientos, la mayor parte de las enfermedades fueron debidas al sarampión, del que ha habido un centenar de atacados, de tuberculosis y enfermedades seniles.
Estos datos dicen mucho en pro de un hombre de ciencia no desmentida, de un héroe que con su tesón y voluntad a toda prueba se ha desvivido, se ha multiplicado extraordinariamente acudiendo sin cesar, sin descansar un momento, a prodigar los remedios de la ciencia a los numerosos enfermos que solicitaban sus auxilios. Este hombre, del que no necesitamos hacer su apología por ser sobradamente conocido dentro y fuera de la provincia, es don Jesús Falcó Plá, médico eminente, honra natal, donde afortunadamente ejerce su notabilísima profesión.

No hace muchos días que habiéndolo encontrado en la calle haciendo la visita nos dijo: "Estoy rendido, hoy estoy rendido, hoy tengo 270 enfermos, así es que no puedo distraer un minuto". Y si a este considerable trabajo sumamos los pueblecillos de Navarri, Foradada, Morillo de La Liena, Bacamorta, Merli, Biescas, Valle de Lierp, Valle de Bardají, El Run y Seira, donde no ha dejado un solo día de visitar a estos pueblecitos, también castigados por la enfermedad reinante, pues solo en este último pueblo hay nada menos que trabajando en las importantes obras de La Catalana unos mil seiscientos obreros.


En vista de este excesivo trabajo, de su bien demostrado celo y de su triunfo obtenido ¿no se habrá hecho acreedor ese respetable señor a una recompensa? Creemos que sí, y no a un simple aunque sincero homenaje de sus convecinos, sino a un premio mucho mayor. Por hechos que revelan menos heroismo, se ha concedido la Cruz de Beneficiencia, distinción que entendemos tiene sobradamente merecida este venerable figura de la clase médica. Reciba este señor nuestra más cariñosa felicitación desde las columnas de El Diario de Huesca y esperamos que este pueblo agradecido sabrá corresponder con quien no ha escatimado ninguna clase de sacrificios ante la salud de un pueblo comprometido por el terrible azote". Firmado: El Corresponsal.





(Fuente: Hemeroteca "Diario del Altoaragón". Fotos: Autoretrato de Goya con el doctor Arrieta. Anuncios 1º y 2º aparecidos en "El Diario de Huesca" del 25 de Octubre y el 3º el 18 de Octubre del mismo año 1918)

miércoles, 15 de febrero de 2012

Hablando del tiempo




Días de lluvia y sol

 
Diario de Huesca: 7 de diciembre 1910.- Según nos comunica nuestro corresponsal, el auto-correo de Binefar a Campo no llegó anoche a esta última población a consecuencia del gran temporal de agua que ha producido desprendimientos que interceptan el paso de dicho vehículo. La correspondencia fue llevada por un "propio". La correspondencia desde Graus ha sido conducida en carruaje y hoy conducirá la de los Valles, por lo que la recibirán con una fecha retrasada. En Campo hace cinco días que llueve. En nuestra ciudad continúa la lluvia hoy con la misma insistencia de los días anteriores.
La Vanguardia (Barcelona): 23-7-1915: "La Sociedad Astronómica de Barcelona comunica los siguientes datos de la lluvia durante el mes de junio de 1915, según algunas estaciones adscritas a su servicio meteorológico. Las cifras corresponden a milímetros de agua por metro cuadrado de superficie (entresacamos algunos lugares): Olot, 327,7; Montserrat (monasterio) 344,5; Tortosa (observatorio del Ebro) 87,8; Palma de Mallorca 78,3; Puebla de Castro (Presa) 111,2; Campo (Huesca) 161,9".

La Vanguardia (Barcelona): 3-Octubre 1915: "La Comisión de Meteorología de la Sociedad Astronómica de Barcelona, ha confeccionado el mapa pluviográfico de Cataluña correspondiente al mes de julio de 1915. La máxima absoluta pertenece a Pobla de Lillet con 119,4; el mínimo a San Feliu de Guixols con 1,3 mm. ... Existe un máximo de 69,6 mm. en Campo (Huesca) y otro de 60,8 mm. en Benasque".

Y una noticia de buen tiempo para acabar:

El Diario de Huesca, 12 de Diciembre de 1918: Disfrutamos de una temperatura deliciosa, casi impropia de la estación otoñal, pues la poca nieve que ya se había depositado en los altos ha desaparecido por completo. El campo presenta un aspecto hermoso, haciéndonos presagiar un buen año agrícola, por lo bien que se han llevado a cabo las operaciones de la siembra.


(Fuente: Hemerotecas del "Diario del ALtoaragón" y "La Vanguardia". Foto: Calle del Ballo, M. J. Fuster).

sábado, 11 de febrero de 2012

belicosidad









Campo en guerra (siglo XVI)



Alberto Panillo, archivero bibliotecario, en un trabajo que publicó sobre el apellido Lascorz en “Linajes de Aragón” (págs. 181-186), incluyó un episodio que transcribimos parcialmente porque habla de Campo. Dice así:"Esta familia (Lascorz) debió tener su mayor apogeo en tiempo de D. Juan de Lascorz, del cual dice el mismo Lezaún en el año 1590:
A 9 de Noviembre parecieron en el Consist.° D. Fernando de Ente
nza y D. Luis de Gambra, Caballeros domiciliados en la dicha Ciudad, y de su parte y de otros muchos Caballeros de la misma Ciudad, les había dado noticia como entre partes el M. Ilt° D. Juan de Lascorz, Señor de Lascorz y de Senz, sus amigos y valedores de la una, y los Jurados, Concejos y Universidades de los Lugares de Campo, Navarri, Foradada y Pallaruelo y sus amigos y valedores de la otra parte, había grandísima discordía, y que así de la una parte como de la otra se habían hecho grandes ampras y compañías de gente para damnificarse los unos a los otros, a mano armada, haciendo guerra campal porque los dichos
lugares, con algunos de sus compañeros para ello amprados, tenían cercado el Castillo del Lugar de Lascorz, con ánimo de matar ciertos criados, gentes de armas y lacayos, que dicho don Joan de Lascorz tenía en dicho Castillo de Lascorz, y de suerte que de ambas partes ya había hechas algunas muertes para fin y efecto de enterarse de esta verdad y en ello se pusiese el remedio que por fueros y actos de Corte S. Sres. están obligados constándoles de la verdad y de la que conforme a dichos fueros y actos de Corte a S. S. constar debe.Hicieron parecer ante si primeramente a uno llamado Francisco Lecina, Infanzón, vezino de la Villa de Campo, el qual informando sus S. S. sus ánimos interrogado de lo que acerca lo sobredicho podía saber, respondió, que lo que sabía era que, habiéndose llegado al dicho lugar de Lascorz había visto que los dichos lugares de Campo, Navarri, Foradada y Pallaruelo, con muchos amigos y valedores suyos del presente Reyno, que serían entre todos en número de más de trescientos hombres, al mando de D. Artal de Nerín, tenían cercado el Castillo de Lascorz y la Iglesia de dicho lugar por haberse retirado en dichos Castillo y Iglesia ciertos lacayos, gentes de armas y criados que dicho D. Joan de Lascorz tenía para su servicio y guarda en dicho Castillo y Iglesia y hecho otras diligencias. Procurando tomarlos para matarlos y hallando resistencia en los de dichos Castillo y Iglesia, sabían habían echado una olla de pólvora dentro de dicha Iglesia para más atemorizar los que dentro de ella estaban y, viéndose sin remedio, se habían unido y habían degollado los de dicho cerco algunos de los lacayos y que los de dichos lugares y sus valedores que allí estaban tenían usurpado el dicho Lugar de Lascorz y todas las casas de él agugereadas, para poder pasar de la una a la otra, y que continuaban siempre en dicho cerco y en hacer mucha más prevención de gente escribiendo a muchas personas y lugares del presente Reyno dicendo tenían cercado el Castillo de Lascorz que les viniesen a valer, y así mismo sabía y entendía que dicho D. Joan de Lascorz continuaba en hacer más ampra de gentes para ir a valer dichos cercados, de lo qual entendía que estaba asegurado se seguiría mucho escándalo y daño al presente Reyno”Para mayor verificación de lo sobredicho, informando sus ánimos dichos S. S. Diputados hicieron parecer ante sí a Miguel de Serveto y Joan Viu, vecinos de la dicha Villa de Campo, los cuales y el otro de ellos de por sí respective interrogados, respondieron que era verdad lo sobredicho de la forma y manera que de parte de arriba dicho Francisco Lesina dicho referido lo tiene, y que así lo habían visto y entendido y que tenían por muy averiguado entre las partes arriba nombradas se seguirá mucho escándalo, y por consiguiente al presente Reyno si no se ponía remedio condezte. y dichos S. S. Diputados atento dicha información y constándoles por ella de lo que según fuero Vel als constar debe, nombraron para ir personalmente a imponer treguas forales entre los amigos y valedores del dicho D. Joan de Lascorz y de los dichos lugares de Campo, Navarri, Foradada y Pallaruelo, y que de dicha guerra hiciese desistir a su condiputado Urrea, el cual aceptó".


(Fotos: "Riña ante la embajada de España" de Velázquez; "Escudo de los Lascorz" gentileza de Jesús Cardiel; Iglesia de Lascorz, de Daniel Alonso C. en Pueblos de España).

martes, 7 de febrero de 2012

Cambio de fecha



Cosme Castán, presidente de la Asociación Ball Axén, nos comunica que tuvo que suspenderse la visita guiada programada para ir a San Victorián y otros lugares de los alredededores, el pasado día 14 de enero 2012, porque había por la Espelunga una batida de caza de jabalí. La excursión se ha trasladado al 11 de este mes de febrero.




Las personas interesadas en esta ruta guiada, pueden contactar con: ccastancampo@hotmail.com

domingo, 5 de febrero de 2012

Oficio: cuchareros (2)




Hacer una cuchara


Antonio Castel nos explica en su libro "Campo", algunos aspectos técnicos del proceso de fabricación de cucharas, que ha conocido gracias a la información facilitada por D. Antonio Ballarín (de casa Plaza). Dice así:


"La madera de la elaboración de las cucharas era de dos clases: boj y haya. El corte de esta madera se hacía en los montes de Senz, Viú, Seira y Barbaruens; en Campo también se hacía algún corte en los montes de la Garona. Según recuerdo, a mi casa la traían troceada unas veces recién cortada, otras a medio cortar. En el primer caso se procedía a la elaboración inmediata en todas sus distintas etapas, a excepción de darles el brillo o bruñido. En el segundo, había que someterla, en una cubas o toneles apropiados, a un largo proceso de ablandamiento, a fin de que fuera más fácil trabajarla en sus primeras manos de preparación. Se fabricaban cucharas, tenedores y cucharones de las dos clases de madera ya citada. Las piezas de haya eran de elaboración más sencilla y constaban de menos etapas que las de boj.

Etapas: Las etapas que comprendía la elaboración de una cuchara o tenedor eran las siguientes: "Arrosar": Era el primer modelado de la cuchara para darle forma, se hacía por medio de una cuchilla que estaba colocada y unida por un extremo a una gran choca de madera. "Gubiar": Este trabajo era para darle la forma cóncava, para lo cual se sujetaba la cuchara o cucharón por el mango en una pequeña choca y con una maceta de madera se golpeaba la gubia. "Rautar": rautar o raspar mediante una raspa y luego pasar de cuchillo para afinar la parte convexa de la boca o parte delantera. "Acuar": Era para formar el mango mediante una cuchilla de forma curvada, que la sujetaban por dos extremos y luego la redondeaban con una raspa, especie de lima nada fina. Se afinaba el mango y cabeza mediante un cuchillo especial. "Gratuar": Afinar la parte cóncava con unas gratuas o pequeñas cuchillas algo curvadas, con largo mango. Limar: Para mejor alisar o afinar el mango de la cuchara o tenedor. Repasar: Quitar los roces de la lima con un cuchillo también apropiado. Todos estos trabajos dejaban las piezas casi terminadas, sólo faltaba darles color o blanqueo, en unas arcas de madera, donde se les encerraba previamente humedecidos y con unas brasas, en las que se ponía unas cuchadas de azufre. "Escatar": O darles brillo mediante unas pequeñas piezas de piel de gato marino disecada y, después, con unos huesos también secos y brillantes. Bruñir: Este trabajo era realizado por las mujeres. A los utensilos de boj se les hacía un filete o cordoncillo en la parte convexa de la cabeza o delantera.

Las cucharas se contabilizaban por "gruesas": cada gruesa constaba de doce docenas o sea de ciento cuarenta y cuatro unidades. Al venderlas se valoraban por gruesas, ésto para cucharas y tenedores, los cucharones iban por docenas. El producto elaborado se enviaba a Barcelona capital, Palma de Mallorca y otras ciudades de España. En Aragón a Huesca, Zaragoza, Calatayud, Barbastro, etc. También se enviaban a vendedores ambulantes, que se encargaban de distribuir la mercancía por distintos comercios. Se facturaban por ferrocarril, en cajas de madera.

Hacer una cuchara dependía de la habilidad del trabajador. Era un trabajo constante y muy laborioso. Para dejar terminada una gruesa (doce docenas) había que dedicar quince o más horas sin detenerse ni entretenerse mucho. Las de haya costaban menos tiempo, en ese periodo podían fabricarse catorce o quince docenas.

Por gruesas o docenas: las de boj se vendían de 20 a 25 pesetas por gruesa, es decir, a unas dos pesetas por docena; las de haya a 1.50 pesetas por docena. Los cucharones de boj de 18 a 20 pesetas por docena o a una peseta la unidad. Estos precios eran los que estaban vigentes antes de la guerra civil y solían variar según la época o temporada



Familias que trabajaban y vivían de las cucharas, según el estudio de Antonio Castel: Aguilá, Agustina, Carabinero, Catalana, Collada, Fidel, Filomena, José, Lestanco, Nestares, Pepé-Juan, Obispé, Plaza, Paco, Santorromán y los hermanos Miguel y Joaquín Sesé.

En el Censo Electoral de 1904, encontramos con la profesión de cucharero, los siguientes nombres: Antonio Ballarín Lacoma, 42 años, vive en c/ Nueva, nº 9; Joaquín Bertolín Calvera, de 61 años viviendo en la calle de la Iglesia; Miguel Blanch Masdexaxas, 75 años, vive en la c/ Plaza; Sebastián Blanch Peired, 30 años, c/ Nueva; Emilio Blanch Rabert, 34 años, Prior; José Blanch Serra, 63 años, c/ Nueva; José Castillón Prugente, 50 años, c/ Prior; Juan Mongay Cereza, 45 años, c/ Prior, nº 5; Cayetano Nestares Lanau, 40 años, vive en c/ de la Iglesia, nº 21; Antonio Sesé Cereza, 29 años, c/ Prior; José Sesé Cereza (Collada), 49 años, c/ Nueva, nº 2; José Sesé Cereza (Vilas), 44 años, Plaza Mayor, nº 14; Miguel Sesé Cereza, 33 años, c/ Nueva, nº 18; Francisco Solana Serena, 58 años, c/ Nueva nº 18; Constancio Solana Vilas, 25 años, c/ Nueva, nº 18. En el Censo Electoral de 1930, sólo encontramos a: José Blanch Galindo, de 72 años, c/ Nueva, nº 22; Fidel Blanch Sigués, 46 años, c/ la Iglesia, nº 17; Miguel Sesé Bagner, 80 años, Plaza, nº 9; José Sesé Cereza, 74 años, c/ Nueva, nº 30; Miguel Sesé Cereza, 61 años, c/ Nueva, nº 30; Manuel Sesé Cereza, 63 años, c/ Nueva, 18; Miguel Sesé Rivas, 46 años, c/ Plaza, nº 11.

(Fotos gentileza: Barbaruens (María Carmen Carrera); Feria de Artesanía de Campo, trabajos de artesanos de Viú (Angel Huguet); Cucharas y otros objetos miniatura, hechos por José Sesé Villegas (Maribel Sesé).


miércoles, 1 de febrero de 2012

Oficio: cuchareros (1)



Taller familiar

En siglos pasados era habitual que los hombres del campo, cuando sus tareas más imperiosas se lo permitían, trabajaran la madera con el fin de fabricar objetos útiles para su hogar o sus actividades agrícolas, además de elaborar otros objetos que eran simples adornos (juguetes para los niños, figuras, etc.). Para hacer esos trabajos sólo necesitaban una navaja u otro objeto cortante y la habilidad que con la práctica iban adquiriendo.Entre los utensílios más comunes que salían de las manos de estos artesanos improvisados, destacaban las cucharas y tenedores, necesarios para comer. Y el material más idóneo que encontraron para hacer todos esos objetos fue el boj. Esta madera, de gran dureza, daba mucha resistencia a las piezas que se fabricaban con ella, aunque también presentaba el inconveniente de que resultaba difícil de trabajar, pero poco a poco los que la utilizaban fueron aprendiendo la técnica adecuada.Y atraídos por el boj, un grupo de personas que se dedicaban profesionalmente al oficio de cuchareros, llegaron a Campo a mediados del siglo XIX. Vinieron concretamente de Tortellá (la Garrotxa) y trajeron con ellos no sólo los conocimientos de la técnica artesanal, sino también un enfoque comercial para los productos que fabricaban.
Tortellá - Boltaña - Campo:El Sr. Robert Bayer i Castanyer, en su libro titulado ‘Tortellà’, editado por el Ayuntament de Tortellà en 1991, ofrece un documentado estudio sobre todo el proceso de fabricación, producción y comercialización de cucharas. Además, no se limita a tratar sobre la materia prima y las herramientas utilizadas, sino que da a conocer también a las personas que introdujeron dicha artesanía, primero en Tortellá y después en Campo y Boltaña.Según explica el Sr. Bayer i Castanyer, en el año 1762 se instaló un maestro cucharero en Tortellá, llamado Joan Illamola, que fue el iniciador de esa actividad artesana en el pueblo. El mismo iba a buscar el boj que necesitaba al bosque y después trabajaba la madera para obtener el utensilio deseado. Su mujer le ayudaba en algunas de las fases de este proceso. Con el paso de los años su hijo se puso a trabajar también con ellos en el taller familiar y, poco después, fueron contratando a otros mozos. En 1818 se tiene constancia de la llegada de otra familia de cuchareros a Tortellá. Se trataba de Esteve Muntada y sus tres hijos. Así pues, a principios del siglo XIX eran ya dos talleres importantes los que estaban instalados, más aquellos otros que iban surgiendo cuando uno de los operarios de esos dos pioneros se independizaba y abría taller por cuenta propia.Los cuchareros, nombre que se les dió a estos artesanos de la madera, empezaron primero a poner el boj a remojo durante diez o quince días, con el fin de que se ablandara. Después, fueron adaptando las herramientas de uso común que se utilizaban, al trabajo específico que se iba a realizar con ellas, es decir, a la fabricación de cucharas u otro utensilio, con lo que se inventaron herramientas especiales.Se realizaba el trabajo en una dependencia de la casa, normalmente un lugar pequeño, en el que llevaba a cabo su tarea el cucharero ayudado en alguna fase de la elaboración, muchas veces, por su mujer y sus hijos. Ocasionalmente contaba con la ayuda de un mozo o aprendiz. Con el tiempo, a medida que se empezó a profesionalizar este trabajo, se aumentó el número de ayudantes, especializándose cada uno de ellos en una fase del proceso, por lo que puede decirse que trabajaban en cadena.La expansión de este oficio fue consecuencia de la situación que vivía por aquél entonces el dinámico pueblo de Tortellá, cuya industria textil estaba entrando en un callejón sin salida, ya que allí no se podía potenciar la industrialización que se estaba experimentando en dicho sector por el resto de Cataluña, pues el pueblo carecía de agua suficiente para las nuevas máquinas a vapor. Tantos jóvenes se dedicaron a trabajar como cuchareros en Tortellá, que se empezaron a manifestar los primeros problemas: la materia prima se ofrecía a diferentes precios pero siempre con tendencia al alza, los buenos profesionales eran escasos y la calidad de los artículos fabricados empezó a resentirse.Este auge en la actividad de los artesanos cuchareros hizo que pronto el boj existente en los alrededores del pueblo empezara a escasear y se tuvieran que encontrar nuevas fuentes de aprovisionamiento, trayéndolo p. e. de bosques de Lérida, Huesca o del Pirineo francés. Y algunos de aquellos hombres hicieron algo más: cogieron a sus familias y se fueron a establecer allá donde había boj, para crear allí sus talleres artesanos, llevándose con ellos toda la tecnología que habían adquirido. En Boltaña se instaló Pere Blanch i Serra. En Campo el resto de sus hermanos.

En el año 1890, en el Censo electoral de Campo figuran 23 personas con el oficio de cucharero. Se tiene constancia que el año 1930 en Boltaña se fabricaron 200.000 piezas, entre cucharas y tenedores. En Campo fueron 172.8000. La materia prima utillizada fue habitualmente el boj, pero en algunos casos se recurrió también al haya, avellano, arce o plátano.






Listado de vecinos del municipio de Campo (1890):
Cuchareros
1.-Antonio Ballarín Plaza, 31 años; 2.- Joaquín Beguer Fortuño, 37 años; 3.- Manuel Beguer Fortuño, 42 años; 4.- José Blanch Galindo, 28 años; 5.- Miguel Blanch Masdexaxes, 61 años; 6.- Manuel Blanch Robert, 34 años; 7.- José Blanch Serra, 52 años; 8.- Pedro Blanch Serra, 44 años; 9.- José Canales Guillén, 61 años: 10.-José Canales Mora, 61 años; 11.- José Castillón Prugente, 31 años; 12.- José Figueras Danés, 48 años; 13.- Juan Mongay Cereza, 30 años; 14.- Francisco Mur Solana, 49 años; 15.- Francisco Mur Subías, 50 años; 16.- Cayetano Nestares Lanao, 25 años; 17.- Francisco Sanz Gabás, 29 años; 18.- Miguel Sesé Beguer, 39 años; 19.- Joaquín Sesé Cereza, 32 años; 20.- José, Sesé Cereza, alias “Collada”, 34 años; 21.- José Sesé Cereza, alias “Vilas”, 29 años; 22.- José Sesé Lanau, 65 años; 23.- Francisco Solana Serena, 45 años; 24.- José Villega Bich, 44 años.

(Fotos: Iglesia de Tortellá, M. J. Fuster. Boj, Wikipedia. Reloj de "casa José", gentileza de Magda Blanch).